Page 177 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
                    Hija de mi Corazón.- Hállome con la noticia de que en Pisquicocha ha
            mandado juntar soldados el Corregidor de la provincia de Chumbivilcas, con destino
            a Tungasuca, y que a los indios que fueron de propios los ha mandado ahorcar.
                    Por lo que, vista ésta, harás que Don Francisco Molina expida órdenas
            a los pueblos de Pomacanchi, Pueblo Nuevo, y a los de Pitumarca, Checacupi,
            Combapata, Tinta y otros pueblos, a fin de que se junte la gente que se pueda,
            principalmente de Sicuani, y que pasen a los Altos de Pongoña a esperarme,
            que yo haré la misma diligencia desde este Checa, por el camino derecho a
            remanecer al lugar citado.
                    Lo mismo harás con el resto de los indios de Yanaoca, Pampamarca,
            Tungasuca y Surimana; de modo que se junte un número considerable de
            indios, para efecto de arrasar a los traicioneros enteramente.
                    Los indios que vayan a dirección de las personas de Don Francisco
            Molina, Don Basilio Morales, Don Rafael de Rada, Don Melchor Castelo, Don
            Agustín Richarte y otros españoles que se hayan quedando en los pueblos ya
            mencionados.
                    Puede traer Don Juan Antonio Figueroa un cañón, el que tenga por
            conveniente, con bastante provisión.- Tu Chepe


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                    Mi Señora Gobernadora.- Mi Señora.- Por  ésta se me ofrece  pedir
            favor a Vuestra Merced, un pobre su Capellán a quien puede mandar en
            cuanto fuere de su mayor agrado.
                    El favor es,  Señora mía, de que un mozo de este pueblo, llamado
            Gregorio Chávez, me robó anoche, desgajándome unos cimientos, doscientos
            pesos de plata, que tuve para mi mantención, siendo ayudante de esta
            Doctrina; y tengo puesto en la carcel por orden del Alcalde. Y ahora quiere
            salirse, apelando al patrocinio de Vuestra merced; a lo cual suplica a Vuestra
            Merced un pobre sacerdote, que le haga el favor de poner su esfuerzo, como
            madre de los pobres, a que me devuelva, porque hay mucha evidencia que él
            sea dicho ladrón; y espero favor de su benigna justificación, que me amparará,
            mientras ruego a Dios Nuestro Señor, guarde a Vuestra Merced muchos años.-
            Muy Señora mía, besa la mano de Vuestra Merced su rendido Capellán.-
            Licenciado Martín Castilla.
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