Page 455 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
                    Nuestro Señor guarde a Vm. muchos años.— Cuzco y Marzo seis de
            mil setecientos ochentidos.— Besa la mano de Vm. su servidor. Firmado: Ga-
            briel de Avilés.


            OTRO
                    Muy señor mío: Para que se pueda hacer la correspondiente averigua-
            ción que Vm. solicita sobre el regreso a Andahuaylas de las mulas que de aquella
            Provincia se remitan para el uso del Ejército, paso la orden correspondiente al
            Sargento Mayor de Caballería don Gaspar de Rosas a fin de que siempre que
            por Vm. se le avise pase a esa Oficina a declarar o informar lo que sobre el
            asunto convenga.
                    Nuestro Señor guarde a Vm. muchos años. Cuzco y Abril veinticuatro
            de mil setecientos ochentidos.— Besa la mano de Vm. su servidor.— Firmado:
            Gabriel de Avilés.


            OTRO
                    Muy señor mío: Acaban de llegar ochenticinco reos complicados en la
            nueva rebelión que intentaba Diego Tupa Amaro y debiendo atenderse a su
            alimento lo participo a Vm. para que en su inteligencia se sirva dar las órdenes
            correspondientes.—
                    Nuestro Señor guarde a Vm. muchos años. Cuzco tres de Abril de mil
            setecientos ochentitres.— Besa la mano de Vm. su servidor.— Firmado: Ga-
            briel de Avilés.



            OTRO
                    Muy Señor mío. Indagando las causas de las enfermedades que se han
            introducido entre los reos de complicidad con Tupa Amaro y notándose que
            los otros presos aunque se hayan en calabozos igualmente incómodos que es-
            tos, y por más tiempo encerrados gozan salud, no se ha hallado otra causa que
            la del alimento, el que reconocido se ha advertido que la carne es pasada y por
            consiguiente algo corrompida y habiendo mandado al Cirujano me expusiese
            lo que le pareciere conducente a la conservación de la vida y la salud de estos
            miserables; me ha representado que si no se suspendía el ministrales carne
            salada, enfermarían y morirían en breve estos infelices: que conceptúa que por
            quince días es indispensable coman carne fresca y que después de este tiempo



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