Page 343 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
pidieron que ante todas cosas se les entregasen todos los papeles de una y otra
comision, y se les entregaron otros diferentes con que se satisfacieron, y mu-
cho mas con haberseles impuesto que uno ni otro comisionado les hacia per-
juicio alguno; porque ni el primero numeraba mestizos, ni el segundo gravaba
la Provincia, antes si la aliviaba, exonerando a los pobres de las cortedades
que antes pagaban por cabezon sin tener comercio ni bienes algunos; mas no
obstante pidieron con instancia que en la hora saliesen de la Provincia ambos
comisionados; y se les prometió saldrian en breve con tal que no se les hiciese
la menor ofensa, con lo cual suspendieron el proceder contra mi, pero no para
que dejasen de hacerlo contra el Cacique de forasteros de este Pueblo, y contra
cuantos intervenian en la revisita a que se habia dado principio aqui, pasando
su desacato a quebrantar las puertas de la carcel, poniendo en libertad a los
presos y entre ellos a uno de delito capital, en la cual inquietud se mantuvie-
ron todo el dia, vociferando con griteria duras expresiones contra los citados
Comisionados, quienes de antemano se refugiaron en el Convento de Betlem,
y asegurando que solo habían procedido contra mi por la parte que tenia en la
revisita y auxiliaba a los referidos Comisionados.
Al anochecer del dia se aquieto todo por medio de las proposiciones
que les mande hacer con los eclesiasticos de este Pueblo, quienes se interesa-
ron grandemente en conciliar la quietud; y los tumultuantes vinieron donde
mi, pidiendo perdon y dando muchos vivas con protesta de su enmienda; mas
esto se verificó solo conmigo, porque pasando a la carcel sacaron el cepo de
ella, y le pusieron fuego en el cerro de su fuerte, a donde también condujeron
en astillas las puertas del citado Cacique, incendiandolas, y toda la noche se
ocuparon en apedrear las de todos los Ministros de Justicia y de algunos ve-
cinos. Hoy no se siente ya rumor, pero amenazan que el Domingo venidero
repetiran el tumulto hasta acabar con todos, a lo que quedo expuesto.
El Domingo 6 del que corre amanecieron fijados en la Plaza dos pa-
pelones en que amenazaban el tumulto especialmente contra el Comisionado de
alcabalas, lo que dio merito a que yo la noche siguiente mandase rondar las calles
del Pueblo, y encontrada esta ronda con la que mandó hacer de su parte dicho Co-
misionado, sus ministros acometieron a mis milicianos, por equivoco, con varios
tiros de escopeta, con que irieron algunos, lo cual incitó los animos ya movidos
para el alzamiento. De los papelones atribuye el Comisionado por autor a un Reli-
gioso betlemita contra quien ha procedido con oficios ante su Prelado, y se hallaba
preso el dia del tumulto, cuya soltura pidieron los tumultuantes.
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