Page 51 - José de la Riva Aguero - Vol-1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Vida y obra de José de la Riva Agüero
tuvo á bien nombrarle juez del ramo de suertes de Lima, expresando que esta
gracia fuese sin perjuicio del empleo de contador del tribunal y con ambos
sueldos, y habiendose posesionado de él, se dedicó á arreglar aquel ramo, que
halló en el mayor desorden; y á su conseqüencia presentó al virrey, y dirigió á
la regencia del reyno en treinta de enero de mil ochocientos once, un nuevo
plan, sencillo y claro proponiendo los medios de aumentar su producto hasta
duplicarlo; pero á virtud de reclamación de los ministros de las reales caxas de
Lima, mandó la regencia del reyno por real orden del trece de agosto de mil
ochocientos doce, que volviese á ellos el juzgado del ramo de suertes, previ-
niendo al virrey que atendiese á la Riva segun sus méritos y circunstancias.
En la eleccion de diputado para cortes celebrada en Lima en veinte y
siete de [roto] mil ochocientos diez, mereció por su buena conducta, talento,
y opinion [roto] que aquel cabildo le tuviese presente dándole cuatro votos y
que en in [roto] circunstanciado de diez y nueve de octubre del propio año,
recomendase particularmente su instruccion y mérito personal, pidiendo á Su
Majestad lo atendiese en el honorífico y recomendable empleo, cuyo informe
renovó el mismo cabildo [roto] nente.
El referido marques de la Concordia por decreto de veinte y quatro de
[roto] ochocientos once que este interesado formase memoriales para [roto]
recomendarlos, é informar oportunamente de sus servicios al tiempo roto la
vacante de director general de tabacos de aquel reyno.
El ilustre colegio de abogados de Lima [roto] cicios literarios del mis-
mo Riva Agüero, y su dedicación [roto] huecos que le dejaba la atención á sus
destinos, le nombró por [roto] honorarios, y el excelentísimo é ilustrisimo se-
ñor Patriarca inquisidor general [roto] cedió licencia para leer libros prohibidos.
Su amor al real servicio no solamente lo ha demostrado en los veinte
y quatro años que ha servido en la carrera de real hacienda, sino tambien en
la militar, pues desde veinte y tres de mayo de mil setecientos noventa y seis
en que fué nombrado alferez del distinguido cuerpo de caballeria de la noble-
za de Lima, no perdonó medio alguno de adquirir la instruccion necesaria,
concurriendo á los exercicios y demas fatigas, sin perjuicio de los empleos
que tenia á su cargo; y posteriormente en treinta de mayo de mil ochocientos
doce, se le confirió el de teniente del regimiento de la concordia, habiéndose
dedicado con el mayor tesón á la instruccion de su compañia hasta ponerla
en el estado mas brillante, (y se halló con ella en las memorables batallas de
Guaqui y Cochabamba, que aseguraron la tranquilidad de aquel reyno), por
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