Page 346 - José de la Riva Aguero - Vol-1
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Volumen 1
                                                                          Documentos varios
            la felicidad de América y de España. Convengamos en que se erraron esos
            medios y que de ese error se han originado otros hasta lo infinito.
                    Esta pequeña digresión no es traída sino para mostrar á Vuestra Ex-
            celencia que los principios adoptados por la América son los más sanos, é
            idénticos a la España. Que si en el Perú ha habido desórdenes, también los
            ha habido y actualmente los hay en España. Que las naciones no se forman
            sino en medio de las convulsiones políticas, y que á fuerza de reacciones se
            constituyen sólida y perfectamente. Que los pueblos que una vez han dado un
            paso hacia la libertad, no retroceden nunca. Vuelva los ojos Vuestra Excelen-
            cia sobre el que actualmente ocupa, y no hallará en cada americano sino un
            enemigo implacable, que tarde o temprano debe ensangrentar su acero en la
            misma persona de Vuestra Excelencia. El poder de las armas es muy preca-
            rio, para afianzar solamente en ellas la dominación de los pueblos: y aquellos
            americanos con que hoy cuenta Vuestra Excelencia para su propia defensa,
            esos mismos que están recibiendo instrucciones en las filas de su ejército, son
            los mayores amigo de la causa de la Independencia de su país. El tiempo bien
            pronto confirmará a Vuestra Excelencia esta verdad.
                    No es mi ánimo dirijir a Vuestra Excelencia esta comunicación, el dis-
            culpar los sentimientos de libertad que animan a la América y en particular
            al Perú; antes bien, posesionado yo de ellos, y de la filantropía que me es ca-
            racterística, quiero cumplir con los deberes que esta me impone, para impedir
            que se derrame por más tiempo tanta sangre sin ninguna utilidad. Quédeme
            al menos la satisfacción de haber procurado parar el carro de las desgracias, y
            proporcionar nuevamente la amistad y concordia que debe reinar entre unos
            mismos hermanos. Bajo de este dato debe Vuestra Excelencia recibir esta co-
            municación, y no darle otro sentido pues que el Perú no puede absolutamente
            ser dominado por las armas que Vuestra Excelencia manda.
                    La aptitud de este Estado libre es imponente. Los ejércitos y escuadra
            de la república de Colombia, debe Vuestra Excelencia considerar que están en
            marcha para cooperar con los del Perú. La gran reserva está en Inglaterra y
            Norteamérica, de donde han salido ultimamente grandes socorros de dinero,
            armamento y oficiales. Todas las naciones de la Europa se afanan por contra-
            tar alianza y tratados de comercio con los nuevos Estados independientes de
            América. Su pabellón tremola libremente y es respetado por todo el mundo.
            El reconocimiento de nuestra independencia, que comenzó por la república
            de Norte-américa, ha sido imitado por los más de los gobiernos de Europa.



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