Page 19 - José de la Riva Aguero - Vol-1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Vida y obra de José de la Riva Agüero
En primer término aparecen los documentos familiares, su partida
de nacimiento, sus entronques genealógicos, sus petitorios a la Corona en la
época colonial, acompañados de sendas hojas de méritos y servicios, legados
recibidos de sus mayores, descripciones de algunas propiedades suyas como
la chacra de la Segovia o Melgarejo, hasta su testamento y las noticias necroló-
gicas que recogen su fallecimiento y sus funerales.
Luego se hallan incorporados los papeles referentes a la Prefectura de
Lima, a su corta y accidentada gestión como Presidente, a su largo exilio y
después de su regreso al Perú, a los petitorios, solicitudes y proceso que pidió
se le siguiera para reinvindicar su memoria y su buen nombre. Finalmente
documentos referentes a su vida pública y a la Confederación Perú-Boliviana.
En todos los papeles escritos por Riva Agüero sean cartas, solicitudes,
reclamos o ensayos de diversa índole aparece retratado de cuerpo entero, este
hombre tan polémico, tan inquieto, tan combatido por muchos de sus con-
temporáneos como elogiado y ciegamente seguido por otros.
Su testamento, minucioso, prolijo, contiene instrucciones precisas a
sus hijos y no deja de asomar un resentimiento en contra de su esposa cuando
escribe «28a. Item declaro — que mi Esposa ha hecho librar cinco mil pe-
sos anuales, sin considerar que mis rentas no podían sufragar para asignarle
esos cinco mil pesos fuertes en Europa por año, para su existencia allí, i que
por consiguiente he tenido que vivir disminuyendo cada año el capital de mis
bienes en perjuicio de mis hijos: es mi voluntad que por cada año de los que
haya percibido los referidos cinco mil pesos se le carguen á mi Esposa, dos
mil pesos por cuenta de la suma en que la doté, respecto á que yo no puedo
perjudicar á mis hijos, i que de consentir en esa asignación con detrimento
notable en el capital de mis bienes, gravaría mi conciencia; pues con tres mil
pesos le bastan para vivir con toda comodidad i decencia en Europa, á donde
contra mi expresa voluntad ha querido residir, i que por esto me ha obligado á
contraer deudas hipotecando mis bienes, i satisfaciendo anualmente ingentes
sumas por intereses al uno por ciento mensual».
«En su corazón abrigaba el deseo de brillar en mayor escala —dice de
él Mariano Felipe Paz Soldán— y sus relaciones de familia y la alta sociedad
que frecuentaba le facilitaban los medios de estar al cabo de las intrigas del
Palacio de los Virreyes, adquiriendo la estimación que se obtiene con el buen
trato, finos modales y astucia» y agrega más adelante «No le faltaba talento,
popularidad, honradez y grandísima actividad».
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