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Así que, uno de los propósitos del Plan Económico 2019 es alcanzar mayor inversión
pública para superar los niveles de desarrollo en la equidad que hoy día son necesarios
en el país, pues muy bien, impulsemos esa mayor inversión pública haciendo de que esta
supere los niveles adquiridos el 2018 para alcanzar por lo menos aquellos adquiridos
entre el 15 y el 17 y superar inclusive ese 5,5% de inversión pública en relación al PBI,
pero no solo eso, necesitamos un modelo de largo plazo cuya plasmación nos permita
tangibilizar un modelo descentralista pero real, que supere esta descentralización que está
concentrada en Lima macrocefálica que concentra el poder no solamente en las
inversiones, la burocracia, la producción industrial, la educación, las universidades.

El 2019, en que empezamos un nuevo proceso, nuevos gobiernos regionales, y nuevos
municipales, utilicémoslo, demos el carácter instrumental para efectivamente hacer
realidad ese modelo descentralista frustrado precisamente por este modelo macrocefálico
que concentra el poder político, económico, poblacional, industrial en Lima, hagámoslo
en términos reales, no solamente dándoles mayores presupuestos, ni mucho menos que
además no superan los promedios adquiridos en los últimos años, ni el promedio
histórico cuando el proceso de descentralización se hacía más evidente y más claro entre
los propósitos y políticas nacionales.

Entonces, trabajemos por ese modelo de industrialización, de diversificación del aparato
productivo, del retorno del papel del Estado en la conducción fundamentalmente de las
políticas nacionales tras la idea de poder conseguir mayor equidad en las regiones y
mayor competitividad fundamentalmente, y consolidar una descentralización real; más
inversiones públicas, mejor distribución del ingreso y desarrollo del mercado interno tan
ajeno a las políticas actuales que desempeñamos y desarrollamos en el país.

Estas son parte de las políticas que tienen que empezar a plasmarse como parte de la
concepción y los lineamientos de gobierno que deben darse para concretar un
presupuesto público de mayor eficacia para con los objetivos nacionales.

Por ello, señor Presidente, es necesario observar algunos aspectos de este presupuesto
que vamos a decidir el día de hoy.

Cuando, por ejemplo, vemos que hay poca conversación entre los ministerios distintos, un
ministerio como el del Medio Ambiente, por ejemplo, señora ministra, que debe cumplir
el objetivo ad-portas de realizarse esta GOB en Polonia, que debe responder al desafío
de cuáles son las metas medioambientales conversadas con Transportes, o con Energía y
Minas para promover las renovables no se traduce en los objetivos principales.

Sería interesante convalidar esa convocatoria internacional que acaba de hacer el
Consejo Intergubernamental de las Naciones Unidas para decirnos que si no cumplimos
con las metas, si no las incrementamos en un 50% para reducir la gestión de la residuos
sólidos, el medio ambiente, del aporte o de bajar los efectos de los gases de efecto
invernadero no solamente al 30%, sino al 45% como se ha propuesto ya ante la evidente
insatisfacción del objetivo de evitar que lleguemos a pasar los dos grados de temperatura,
de elevar los dos grados de temperatura al 2050, no se traduce en las políticas
nacionales porque este debe ser el imperativo ético a partir del cual le exigimos al

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