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Y si hablamos de rendimiento en el nivel de comprensión lectora, las cifras apenas llegan
al 10%. Esto significa que, en la primera área, más de noventa y cuatro niños de cada
cien no comprenden bien las materias de Geografía e Historia. Y en cuanto a
comprensión lectora, noventa niños de cada cien no comprenden lo que leen. Esto tiene
que llamarnos la atención al evaluar las cifras de presupuesto, porque evidentemente no
estamos invirtiendo como corresponde.

Tengo que llamar la atención también respecto de la inversión que se hace en
infraestructura educativa. En un colegio que en mi región sufrió daños por el fenómeno
de El Niño costero, colapsó una de sus paredes y cayó sobre un niño, quien
lamentablemente perdió la vida. Sin embargo, dicho colegio no está considerado en el
plan de reconstrucción; tampoco está considerado en este presupuesto para ser
rehabilitado.

Y llamo la atención porque un colegio se ha caído y ha cobrado la vida de una criatura.
No puede haber tanta indiferencia, tanta descoordinación y tan mala planificación por
parte del Estado al momento de asignar presupuestos. Si trabajamos para mejorar la
educación, hay que preocuparnos porque esta mejore en todas sus etapas.

Obviamente, ha existido por parte de este gobierno un interés por invertir en la educación
superior tecnológica. Esto a fin de acortar las brechas que hay entre el mercado educativo
y el mercado productivo.

Pido que se invierta en los institutos de excelencia, que el Instituto Nueva Esperanza sea
convertido en instituto de excelencia y al mismo tiempo sea convertido en una unidad
ejecutora a cargo del pliego del gobierno regional de La Libertad. Al mismo tiempo,
solicito que se nivelen las remuneraciones entre los docentes de institutos tecnológicos e
institutos pedagógicos, que al momento reciben sueldos de hambre.

Saludo la creación la creación de la unidad ejecutora de la Universidad Nacional Ciro
Alegría y me reafirmo en que esta va a contribuir grandemente a que la región La
Libertad, una de las más importantes geopolíticamente, pueda ser atendida en la
demanda de educación superior universitaria.

Trabajemos para que haya un plan nacional de infraestructura educativa que responda a
la necesidad de cerrar las brechas que actualmente tenemos. Si no atendemos las
condiciones en las cuales se educan nuestros niños, mal hacemos en seguir debatiendo
por horas y días un presupuesto que no tenga el impacto real de mejorar la calidad de
vida de quienes nosotros debemos cautelar.

Y así podríamos pasar a referirnos al sector Salud. En mi región, los hospitales más
grandes, como el hospital Belén y el hospital regional, se encuentran absolutamente
colapsados. Hay la aprobación de un presupuesto, por parte del Ministerio de Salud, de
cincuenta millones de soles solamente para equipamiento, que sigue esperando a que
dicho sector apruebe la transferencia al gobierno regional. Pedimos que, ante las cifras
que nosotros tenemos y las inspecciones que hemos hecho, este tema sea atendido.

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