Page 7 - Rumbo al Bicentenario Nº2
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“La Nación es un edificio construido con una serie de materiales, tangibles e intangibles,
entre estos últimos está la historia nacional que acompaña al proyecto de nación, por
tanto son líneas paralelas que se necesitan mutuamente, que en el caso peruano han
corrido juntas a partir del cambio de la forma de gobernar el espacio peruano…”
Reconocemos lo que Heraclio Bonilla señala: “La María Córdova y Urrutia, Juan Valdez y Palacios,
historia de los Andes es un proceso de yuxtaposición Juan Basilio Cortegana, Justo Apu Sahuaraura y
de parcelas de realidad cuya racionalidad remite a Bartolomé Herrera, a quienes llamamos los
temporalidades distintas, sin que la matriz histórica posvirreinales, quienes desarrollan un proceso
que las alberga haya logrado resolver esa historiográfico para consolidar una historia peruana
heterogeneidad otorgándole un tiempo y una unidad integral e integrada en una sola línea temporal. No
uniforme” . La nación es un edificio construido con se trata de contenido, donde puede haber, como en
una serie de materiales, tangibles e intangibles, y efecto hay, una serie de carencias metodológicas,
entre estos últimos está la historia nacional que científicas y de conocimiento del pasado, advertidas
acompaña al proyecto de nación. Por tanto, son con excesiva rigurosidad, sino de visión. Justo de
líneas paralelas que se necesitan mutuamente, y aquella que consolida a Perú, no solo como
que en el caso peruano han corrido juntas a partir concepto político, sino como sujeto histórico, que
del cambio de la forma de gobernar el espacio como tal tiene un ayer que toma todos sus pasados
peruano; es decir, a partir del paso del régimen y experiencias, su plano temporal, el mismo que
monárquico al republicano, de unidades políticas periodiza y segmenta. Y, por otro lado, recoge los
patrimoniales a unidades políticas nacionales con el distintos futuros y expectativas que se generaron en
traslado de la soberanía del monarca o rey al esos pasados.
conjunto de nacionales, sin que neguemos, sino al
contrario afirmemos, que está también subyacente En el plano espacial sucede lo mismo, en el sentido
el simultáneo cambio en el modelo económico y el que no es pétreo, ni como concepto ni como sujeto,
ascenso de la burguesía como clase dominante. ya que sufre variaciones en su ámbito geográfico. Y,
finalmente, el ser vivo y sus relaciones tampoco son
Este cambio multifactorial trae consigo la formación uniformes, por lo que la periodización es histórica y
de la nación como una sola luz que ilumina todo. De no cronológica, no importa cuántas veces la tierra
allí que se hace necesario un solo pasado que giró alrededor del sol, sino cómo lo hizo, y aquí
permita la identificación del conjunto. Si bien su radica que la historia tiene ritmo, pero no parejo,
inoculación es tarea del Estado, el producto que se porque está permanentemente cambiando de
inyecta es fabricado para transmitir el pasado, lo velocidad, conforme a la aceleración que el
que además se asocia a la necesidad de ofrecer y acontecimiento le señala. En tal sentido, la historia
vender un futuro de realización a través de la nación. nacional es por definición integral e integrada, y eso
Este es el afán y el contexto de la historiografía de es lo que logran estos historiadores posvirreinales,
las primeras décadas, que está por demás detallar. que después coronaría Sebastián Lorente al tratar al
Perú como una civilización, que para el caso Perú: C oncept o polític o y sujet o hist óric o
Hay una primera parte que consideramos inmediata equivale a todo el proceso de colonización del
al periodo virreinal fenecido, que denominamos espacio que ocupa en los distintos tiempos, incluso
posvirreinal, y la ubicamos cronológicamente en el hasta nuestros días.
segundo tercio del siglo, donde tenemos a José
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8 Bonilla, Heraclio, El futuro del pasado. Lima: Editorial del Pedagógico San Marcos, 2005, p. 30.