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La señora PRESIDENTA (Ana María Solórzano Flores).— Haga uso de las dos
interrupciones, congresista Cuculiza.
La señora CUCULIZA TORRE (GPFP).— Gracias, Presidenta; gracias, congresista Gagó.
Solicito, de manera especial, que se mejore sustancialmente el presupuesto para las
nuevas fiscalías de trata de personas. Son cuatro fiscales nuevas que comienzan a
trabajar en este delito, que ya es terriblemente grave en el país. Solamente se le ha
asignado cuatro millones. Con cuatro millones a nivel nacional verdaderamente no se
hace nada. Vea la manera, ministro, de incrementarlo un poquito para que las fiscales
puedan trabajar con más ahínco.
Ministro, aunque le parezca mentira —Ana Jara conoce esto—, vengo siete años
pidiendo presupuesto para las casas de refugio de mujeres agredidas. No podemos
seguir atendiendo a mujeres agredidas cuando no tenemos dónde meterlas después de la
denuncia, porque si van a sus casas las masacran. La Policía no tiene dónde albergar a
estas mujeres para que puedan hacer una denuncia y vivir después tranquilas.
Los jubilados de Enapu desde 1997 tienen la orden del juez para recibir su dinero. La
gente se está muriendo y muere en la pobreza. Es una cosa de humanidad cumplir. Se ha
cumplido una parte, se ha cumplido con la mitad de ellos, pero el resto ha empezado a
morirse y no tiene nada.
El problema de la Policía, ministro, no es otra cosa que sus salarios. No engañemos a la
Policía diciendo que se le aumenta el sueldo. No podemos seguir diciendo que a los
policías se les aumentó el sueldo, porque solo ha habido un aumento de 200 nuevos
soles. No podemos pedir al policía, desgraciadamente, que trabaje con ahínco cuando
carece su familia de las cosas básicas para sobrevivir. Hagamos un esfuerzo, ministro, y
demos a los policías un sueldo que no sea una humillación para ellos.
La señora PRESIDENTA (Ana María Solórzano Flores).— Concluya, congresista Cuculiza.
La señora CUCULIZA TORRE (GPFP).— Yo le agradezco la atención. Mi amigo, el
exministro Castilla, me escuchó casi cinco años, los últimos, hablar de la casa de refugio,
y me decía: “Lucha, este año sale, este año sale”. Y nunca salió.
Le pido una sola casa de refugio en Lima, una sola casa, para poder albergar a las
mujeres que son maltratadas. De las comisarías me llaman y me dicen: “Señora, tengo
una mujer con la cabeza partida, tengo una mujer golpeada. ¿Qué hago con ella?”.
Después de la denuncia, la Policía no tiene dónde ponerla. Yo les digo que por favor la
mantengan en la comisaría hasta el día siguiente. Pero eso no es lo justo, porque también
está con sus hijos.
Son cosas humanas por las que nosotros debemos compartir. Hay que dar un poquito
más de presupuesto al Ministerio de la Mujer, ministro, para que sean atendidas las
personas de la tercera edad. Usted, ministra, ha sido ministra de la Mujer y sabe que esos
400 adultos que se atienden ahora no son suficientes. Vemos por las calles a miles de
viejitos deambulando, pidiendo caridad. Ministro, déle un poquito más de plata al
Ministerio de la Mujer para que se ocupe de la tercera edad.
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