Page 79 - Padres de la Patria
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SEGUNDO MENSAJE ESCRITO DEL PROTECTOR DEL PERÚ,
GENERAL JOSÉ DE SAN MARTÍN,
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AL CONGRESO CONSTITUYENTE, EL 20 DE SETIEMBRE DE 1822
El Sr. Presidente recibió un pliego del Generalísimo San Martín rotulado al
Congreso. Se abrió y leyó por uno de los secretarios.
“Señor:
Al terminar mi vida pública, después de haber consignado en el seno del
augusto Congreso del Perú el Mando Supremo del Estado, nada ha
lisonjeado tanto mi corazón como el escuchar la expresión solemne de la
confianza de Vuestra Soberanía en el nombramiento de Generalísimo de
las tropas de mar y tierra de la nación, que acabó de recibir por medio de
una diputación del Cuerpo Soberano. Yo he tenido ya la honra de
significarle mi profunda gratitud al anunciármelo y, desde luego, tuve la
satisfacción de aceptar solo el título, porque él marcaba la aprobación de
Vuestra Soberanía a los cortos servicios que he prestado a este país.
Pero, resuelto a no traicionar mis propios sentimientos y los grandes
intereses de la nación, permítame Vuestra Soberanía le manifieste que
una penosa y dilatada experiencia me induce a presentir que la
distinguida clase a que Vuestra Soberanía se ha dignado elevarme, lejos
de ser útil a la nación, si la ejerciese, frustraría sus justos designios,
alarmando el celo de los que anhelan por una positiva libertad; dividiría
la opinión de los pueblos y disminuiría la confianza que solo puede
inspirar Vuestra Soberanía con la absoluta independencia de sus
decisiones. Mi presencia, Señor, en el Perú con las relaciones del poder
que he dejado, y con las de la fuerza, es inconsistente con la moral del
Cuerpo Soberano, y con mi opinión propia, porque ninguna
prescindencia personal por mi parte alejaría los tiros de la maledicencia
y de la calumnia.
He cumplido, Señor, la promesa sagrada que hice al Perú: He visto
reunidos a sus Representantes. La fuerza enemiga ya no amenaza la
independencia de unos pueblos que quieren ser libres y que tienen
medios para serlo. Un ejército numeroso bajo la dirección de jefes
aguerridos está dispuesto a marchar dentro de pocos días a terminar
para siempre la guerra. Nada me resta sino tributar a Vuestra Soberanía
los votos de mi más sincero agradecimiento y la firme protesta de que, si
algún día se viere atacada la libertad de los peruanos, disputaré la gloria
de acompañarles para defenderla como un ciudadano.
46 Al instalarse el primer Congreso Constituyente del Perú el Generalísimo José de San Martín se
despojó de la banda bicolor y, tras una breve alocución, entregó seis pliegos al Congreso y se
retiró del salón acompañado por seis Diputados. Fuente: Sesión Extraordinaria del primer
Congreso Constituyente del Perú, celebrada la noche del 20 de setiembre de 1822. Diario de las
discusiones y actas del Congreso Constituyente del Perú, tomo primero, pp. 13-14. Lima, 1822.
Imprenta de D. Manuel del Río y Compañía.
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