Page 8 - Rumbo al Bicentenario Nº 19

El virrey La Serna, preocupado gentes, el gobierno español deci-
por el avance del ejército liber- dió enviar al comisionado Manuel
tador que había llegado hasta el Abreu hacia Chile para ver los
valle de Chancay, en el norte de problemas que tenían los espa-
Lima, y por la acción de las gue- ñoles en un país que se había
rrillas indígenas que atacaban a desligado del dominio de la Coro-
las guarniciones españolas en las na Española, pero el funcionario
afueras de Lima, decide entablar cambio de rumbo y llegó a entre-
conversaciones con los represen- vistarse con San Martín el 26 de
tantes de San Martín para acor- marzo de 1821 a fin de enterarse
dar un alto a las acciones bélicas de las exigencias del libertador
a través de un armisticio. El virrey antes de verse con el virrey. El 4
sabía bien que las negociacio- de mayo de 1821 se iniciaron las
nes formaban parte del giro conversaciones entre los repre-
que la política española del sentantes de ambas partes y des-
Trienio Liberal había estable- de un principio hubo desacuerdos
cido para tratar los conflictos por la inflexibilidad de las posi-
en Hispanoamérica a fin de ciones que estaban enfrentadas.
iniciar el proceso de concilia- Los comisionados por La Serna
ción con los insurgentes. Sin fueron Manuel Abreu, José Ma-
embargo, antes de que La ría Galdiano y Manuel del Llano;
Serna realizara las acciones mientras que los delegados por
para negociar con los San Martín fueron Tomás Guido,
i ns ur- Juan García del Río y José Igna-
cio de La Roza. Si bien es cierto
que los representantes designa-
dos por el virrey y el libertador
eran hombres con experiencia en
los asuntos públicos, no tenían la
habilidad diplomática necesaria
para plantear argumentos y llegar
a un acuerdo.

Los representantes de San Mar-
tín demandaron a sus pares del
bando realista el reconocimiento
de la independencia del Perú y,
sobre esa base, tratar la posibi-
8 lidad de seguir una política de

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