Page 289 - La Rebelión de Huánuco. Vol 5
P. 289

Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La Rebelión de Huánuco de 1812
                    A la segunda que el referido Mirabal probeyó a los defensores de pol-
            bora, y valas haci cuando entraron los ynsurgentes aquí como para la defensa:
            del puente aunque no vido aser las fundiciones, y responde.
                    A la tercera dijo: Que fueron arrollados los rebeldes por el corto nú-
            mero de fieles, y su caudillo Mirabal asta la vanda del rio pasando el puente
            distante una legua de este pueblo, y responde.
                    A la cuarta dixo que es cierto tuvieron un reñido combate con los re-
            beldes en el mismo puente de mas de beinte, y cuatro oras sufriendo las incle-
            mencias del tiempo, y responde.
                    A la quinta dixo: Que es cierto que el número de ynsurjentes pasaron
            de mas de mil, y quinientos, y los fieles, por todo solo dies, y que haci lograron
            que se retirasen del punto del puente, por pocos momentos, y responde.
                    A la sesta dixo que es sierto, y le consta que Mirabal tubo su vida expuesta
            a perderla por allarse lo yndios de una, y otra banda indignados contra él a causa
            de no aber accedido a sus ydeas, y que hacia recistencia contra ellos, y responde.
                    A la septima dixo que oyó barios ynsultos que le hicieron a Mirabal los yn-
            surjentes, amenasandolo quitarle la vida y otros improperios yguales, y responde.
                    A la octaba dixo: Que sabe por haberlo visto que aquella escolta fiel
            fueron mantenidos por Mirabal en el punto que guardaban de los viberes ne-
            sesarios y peltrechos y responde.
                    A la nona dixo: Que es berdad que entre los leales que se juntaron
            lograron acegurar en la carsel, y otras casas a los caudillos de los ynsurjentes,
            y a muchos de sus secuases cuya guardia se encargaron las mujeres que estu-
            vieron en el pueblo, y responde.
                    A la hultima, y tenor del recurso presentado en este dia contestó que en
            los antesedentes preguntas havia salbado en lo sustancial todo lo contenido en
            el segundo escrito, y solo tenía que agregar que Mirabal viendose ya amena-
            sado de los yndios se despareció del puente con el pretesto de hir a su casa a
            traer provicion de boca, y mas armas: Que es cuanto sabe, y desir puede bajo
            del juramento que tiene echo en el que se afirmó y ratificó leida que le fue esta
            su aclaracion de principio a fin, que no le tocan las generales de la ley que es de
            edad de treinta, y ocho años, y lo firmó conmigo, y los testigos de mi actua-
            ción.


                    Ceballos (Rubricado). Francisco Alejandro (Rubricado). Manuel de Be-
            rrospi (Rubricado). Francisco Coronel de Dávila (Rubricado).



                                               288
   284   285   286   287   288   289   290   291   292   293   294