Page 528 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Volumen 3
Autos criminales contra las personas involucradas en el saqueo de Huánuco
Preguntado que fue lo que participó del rovo general de este lugar, y
que destino ha dado á lo que entró en su poder, dijo: Que segun tiene decla-
rado anteriormente vaxo juramento en esta misma causa, le dieron los Yndios
saqueadores un troso de Sera como de media arrova de peso sacandolo de
una marqueta que abrieron de la tienda de Don José Miravalles, a tiempo que
el confesante estava parado en la puerta, y lo tiene ya restituido al depocito
General, sin que haya venido otra cosa á sus manos.—
Reconvenido como se atreve ha asegurar que no vinieron á su poder
otras especies quando resulta del Sumario haversele visto conducir pita, cu-
chillos y otros generos, dijo: Que es falso este cargo, y reproduse su respues-
ta presendente: Con lo que se suspendió su confesion y quedó avierta por si
fuere nesezaria su prosecusion y el que confiesa se afirmó y ratificó en ella
vaxo del juramento prestado, y por no saver firmar lo hiso el presente Curador
conmigo y testigos.—
Fernandez (Rubricado).
Sebastian Ramirez (Rubricado).
Josssef de Arze (Rubricado).
(Al margen)
58 de Maria Ynosenta de Caygueina.
En la Ciudad de Leon de Huanuco á dies y seis dias del mes de mayo
de mil ochosientos dose años hice compareser á una muger presa, de quien
con asistencia del Curador é interprete nombrado reciví juramento por Dios
Nuestro Señor y una señal de Cruz, vaxo del qual prometió desir verdad en
todo lo que supiese y fuese preguntado y haviendolo sido con los cargos co-
rrespondientes contestó lo siguiente.—
Preguntada como se llama de donde es natural y vesina, qual es su cas-
ta y estado, en que se exercita, y que edad tiene, dijo: Que su nombre es Maria
Ynosenta, natural y vesina de Caygueina, Yndia casada de exercicio tintorera,
y de edad de sesenta años.—
Preguntada quien le puso presa, quando en que paraje por que orden y
por que motivo, dijo: Que el dia dos del que rije le prendió por mandato mio
Don José Maria Sierra, hallandose en su Casa, por haver entregado a Manuel
Retes Sacristan de la Merced dos arrovas de sera lavrada, para que se las cus-
todiase, las mismas que recogió Don José Espinosa, y sospechandose que eran
rovadas, se pusieron en el deposito general, hasta que la confesante justificó
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