Page 420 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Volumen  3
                                      Autos criminales contra las personas involucradas en el saqueo de Huánuco
            de Vuestra Señoría me hallo preso en esta Real Carcel en virtud de haver in-
            formado contra mi persona Don Vitorio Morales ciniestramente, y antes de
            informe se me apricionó en Ambo de orden y parecer de dicho Morales y se
            me condujo preso hasta ponerme en esta Carcel; y el caso es el siguiente.
                    Es sabido que los Yndios de las Provincias de Panataguas en el alza-
            miento que perpetraron contra los Españoles, y sus vienes, llegaron en gran
            tumulto, y de sorpresa nos obligó a muchos inocentes a que salgamos a acom-
            pañarlos a sus borazes, atroces, e irreligiosas acciones, quales eran de querra,
            y saqueo de vienes. No ablo de los conocidos insurgentes que de voluntad
            propia hubiesen incurrido en semejantes crimenes (segun ya habrá penetrado
            la sabia concideración de Vuestra Señoría) pero yo y algunos otros nos halla-
            mos sorprendidos, y obligados de aquellos bárbaros que nos amenazaban con
            la muerte a los que no accediamos sus mandatos, con la mas inhumana bo-
            razidad. Asi pues Señor fui llevado al haciento de Ambo, en donde haviendo
            concluido con el despojo que hisieron aquellos Yndios del corto número de
            Españoles, procedieron al saqueo de los vienes de estos, y aun de los vecinos,
            y en seguida hicieron distribucion de dichos vienes entre los mismos Yndios,
            y demas insurgentes declarados: Pero a mi solo me dieron en el reparto un pe-
            llón colorado usado el que lo tomé y lo guardé con el ánimo de restituirlo a su
            Dueño. Pasados algunos dias se apareció Don Vitorio Morales de Ambo, y di-
            ciendome éste que era suyo el dicho pellon le contesté que no podia ser a causa
            de que lo havia visto sacar de la casa de Don Jacinto Brabo. Desde entonces
            andaba fujitibo del Pueblo temeroso de que los referidos Yndios e insurgentes
            me quitasen la vida o que hiciesen qualquier otra atrocidad conmigo y es-
            tando asi en el lugar de Cochachincha fui llamado en estos últimos dias por
            Don Juan Santamaria quien me mandó le sirviese de aucilio quando el y otros
            prendieron a un Clemente Truxillo, y Alcalde de Huancar, y lo trajeron preso,
            y pasando por Ambo en este sentido me salió al encuentro dicho Morales, y
            haciendome amarrar me mandó preso y hacen nuebe dias que padeciendo in-
            justamente las mas indecibles nececidades del alimento corporal me hallo en
            esta Carcel por lo que ocurro a la piadosa Justificacion de Vuestra Señoría que
            apiadandose de este su infelis se cirba mandar se me ponga en libertad bajo de
            que no me hallo comprendido en el mas lebe delito, como es notorio, por que
            aun el pellon de la disputa con Morales ya se lo entregó a Don Jacinto Brabo;
            por tanto =.





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