Page 350 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
P. 350

Volumen  3
                                      Autos criminales contra las personas involucradas en el saqueo de Huánuco
                    A, Vuestra Señoría, rrendidamente pido y suplico se sirva de rrelajar-
            me de la prición en que me allo, dignándose conpadeserse de mi es justicia
            que pido de su piadoso corasón, etcétera.
                                                        José María  Obidia (Rubricado).


                    (Al margen)
                    Huánuco y Abril 6 de 1812.
                    Por presentada la nomenclatura que se acompaña. Agréguese al proce-
            so general que se está fulminando contra los saqueadores, y a su devido tiem-
            po se atenderá al que se curse conforme a los esclarecimientos que resultaren.
                                      Fernández (Rubri cado).
                                    Jossef de Arze (Rubricado).
                                  Sebastián Ramírez (Rubricado).


                    (Al margen)
            Huánuco 4 de Abril de 1812.
                    Se atenderá esta solicitud a su debido tiempo Gonsales (Rubricado).
            Ante mí Nicolás Ambrocio de Ariza (Rubricado).
                                    Escribano de Su Magestad.


                                         Señor Intendente
                    Antonio Retes y Santiago Moya, asistentes en la chacra Caiguaina,
            presos en la cárcel pública de esta Ciudad, con el devido acatamiento según
            derecho y con mi maior rendimiento, puesto a los de Vuestra Señoría pare-
            cemos por medio de este memorial y decimos: Que nosotros no hemos incu-
            rrido en hir al asiento de Ambo, en la primera ni segunda vez, ni tampoco en
            el saqueo, por que estubimos ocultos temerosos de tantos amenasos y echos
            tan pécimos que hacían los indios altivos, y alsados prometiendo quitarles
            las vidas a todos los vecinos y demás personas, por este motivo vivimos es-
            cusados, del furor de ellos sin entrometernos en cosa alguna; que qualquiera
            persona quiera sindicarnos, ni suponernos, delito, ni cargo alguno, de lo que
            nos hallamos libres, e inocentes; en lo único que habremos incurrido ha sido
            de que estando huiendose por el camino una ternera, a esta le echamos laso, y
            la tubimos, viendo que ninguno preguntaba y con la nececidad la desollamos,
            con el destino de pagar su importe al dueño que fuere de dicha ternera, más
            ignoramos de quien hubiere sido, por que nosotros no fuimos al saqueo, ni ha



                                               349
   345   346   347   348   349   350   351   352   353   354   355