Page 110 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Volumen 3
Autos seguidos sobre el descubrimiento de los autores de la rebelión de Huánuco - Segunda parte
(Al margen) 5.
Yten digan los dos Jueces, y Espinosa: si después que mi parte les pre-
sentó la Esquela, propuso el Alcalde, que debía ir á contestarla mi parte, a lo
que se combino gustoso con la calidad de ir armado, y acompañado de Don
José Espinosa.
(Al margen) 6.
Yten digan: si a vista de no resolver que fuese a los Pueblos, se buscaba
persona fidedigna, que lo hisiese en su lugar, y proponiéndoles mi parte á Don
Antonio Ortega; en el instante lo solicitó, y con la comisión necesaria paso al
Valle, y dio cuenta por escrito de haber ebaquado su encargo.
(Al margen) 7.
Yten digan: si la noche del sábado 22 de Febrero, luego que los Ma-
gistrados llamaron a mi parte á efecto de que los auxiliase para impedir la
entrada de los Ynsurgentes por el puente de Huayupampa, con su persona y
armas los asistió, manteniéndose firme con ellos todo el tiempo que tubieron
por conveniente hacer la defenza.
(Al margen) 8.
Yten digan: si mi parte expuso su vida por esa defensa, de la qual sacó dos
heridas graves, una en la cavesa, y otra en el braso hechas por los Ynsurgentes.
(Al margen) 9.
Yten digan: si después que se retiraron los Europeos de la Ciudad, mi
parte se mantubo ya curándose y ya ocultándose, así por no mesclarse con los
Ynsurgentes, como por que Antonio Limeño, y José Rodrigues viendo, que
pensaban atropellarlo, y á los efectos de la tienda de su Padre, se negaron en-
teramente á favorecerlo, echándole en cara, que les havía sido adverso.
(Al margen) 10.
Yten digan: si los Rodrígues le profesaban mui mala voluntad, por
causa de lo opuesto que era a sus ideas pésimas: motivo para que uno de los
Ynsurgentes en la Plaza Pública intentase quitar la vida a mi parte, y lo exe-
cuta a no ser por la casualidad de que quando rastrilló la escopeta, con que le
apuntaba, no dio fuego.
(Al margen) 11.
Yten digan: si saben, que viniendo los Ynsurgentes capitaneados por
los Rodrígues en prosecución del odio que a mi parte profesaban, lo obligaron
con Don Manuel Talancha, y otros que estaban en el varrio de Yscuchaca á
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