Page 577 - La Rebelión de Huánuco. Vol 2
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La Rebelión de Huánuco de 1812
            se supiese de el, lo que no berificó por que supo que se havian librado requi-
            sitorias contra el: que con Domingo Palomino se acompañaron desde el dia
            de la derrota, y que este tenía igual animo y que ambos estubieron ocultos
            en casa de Jose Cerrano quien por caridad les franqueo comida, y permitió
            su ocultacion, de cuya casa solian benir de noche á esta ciudad disfrasados á
            proporcionarse algun ausilio de viberes, y responde.
                    Preguntado que juntas tenía en esta ciudad para preparar la subleba-
            cion, y a quien se dirigia esta dijo: que díez o doce dias antes del 23 de Febrero
            en que entraron los indios, saliendo una noche el deponente á comprar bela
            para trasnochar copiando unas obras, se asercó de paso á la tienda de Jose Ta-
            pia, y combidandolo este a que entrase á descansar, lo executó: que inmedia-
            tamente le empesó a desir que los chapetones ostilisaban á los criollos: que en
            un bayle don N. Quintana que murío en la defensa del puente, havia maltrata-
            do á Lorenzo Garay, y que nobstante esto, y de que debian de pasarlo al ospital
            para curarse lo tenían en la carcel, de igual modo que á su compañero Pasqual
            Mirabal, y que solo Quintana por Europeo se estaba paseando: que despues de
            esta narracion le dijo que muchos mosos querian botar la carcel, y á todos los
            presos imbitandolo al deponente para el caso, y combidandolo para una junta
            que á los dos dias se hiba á hacer con ese designio: que el deponente se ofrecío
            á todo y se retiró, despues de que entre ambos hablaron sobre la hostilidad, y
            maltrato que daban los chapetones á los criollos: que al dia siguiente y al otro
            subsecuente, lo visitó barías beces Jose Tapía para que asistiera á la junta en
            la cruz de San Marcelo, y que para el efecto lo bíera primero en su tienda á las
            ocho de la noche del domingo 16 de febrero: que haviendolo asi berificado, ya
            lo encontró á Tapia con Felipe el Sastre, y que despues de un rato de comber-
            sacion se compactaron a hirse á la Esquina de San Marcelo por distintas calles:
            que quando el deponente llegó al lugar sitado se encontró con Jose Mirabal
            que estaba sentado con dos ó tres que no conosío: que dicho Jose Mirabal le
            dijo luego sin mas que saludarlo, que entrase por la pared á la quadra, ó huerta
            de esta esquina, que ignora si es suya, y cree que Tapia le huviese contado de
            su ida, pues con el nada havia combersado: que se congregaron como quinse
            ó veinte, entre los que conoció a Antonio Espinosa El Limeño, Manuel Reyes
            (alias Coco) Manuel Andrea, Jose Mirabal, Felipe el Sastre, Jose Tapia, y su
            hermano cuyo nombre ignora y á Fray Marcos Martel: que Manuel Andrea
            expuso disiendo que mejor sería reserbar esa operacion para quando biniese
            Castely, y matase con los Yndios á todos los chapetones: Por que antes Fray



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