Page 498 - La Rebelión de Huánuco. Vol 2
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Volumen 2
Autos seguidos sobre el descubrimiento de los autores de la rebelión de Huánuco
un moso Castillo para preguntarle si sabía quien hera el capitan de los Yndios,
se encontró con Antonio Espinosa el Limeño en la puerta de Alcarras, y se
fueron a donde dicho Castillo a quien como á expuesto lo havian visitado el
día antes con Espinosa: Que á este tiempo llegó un Yndio con otros de casa
de Don Domingo Berrospi y le mostró á Castillo un papel de resguardo para
que se retirasen los indíos á sus Pueblos, y que de alli no se moviesen sin que
el los llamase, con cuyo motibo entre Castillo, Espinosa, y el deponente diri-
gieron que havia traycion, y que don Domingo daba esos resguardos para que
se retirasen los indios y mientras, bolviesen los chapetones, por cuya causa
lo mandó llamar Castillo por la noche, y le dijo que hera síerto la traycion
por que Don Domingo le havia comunicado en secreto que el quería que los
índios se retirasen para que los Europeos bolviesen á la ciudad, y que por esto
le preguntó por el capitan de los Yndíos, y le previno que así se lo avisase, lo
mismo que se lo contaría á Espínosa y el había bariado la exprecion.
En este estado por estar pendiente el reconosimiento de la Esquela, y
papel que el comicionado Adalid incluyó en su oficio de 15 del pasado, se le
manifestaron los dos papeles, y con vista de ambos expuso bajo del mismo ju-
ramento que son suyos, y de su puño, y letra. Que el apunte del plomo lo hízo
por que don Jose Marin le dio al fiado un troso de plomo, o mejor emprestado
para que picara sus limas biejas, y que haviendo benido don Sebastian Caldas,
don Felis Ramires, y don Juan Mena, y encontradolo en su casa le pidieron
plomo, y que en virtud de la amistad que tiene con Marín, les franqueó, y
puso ese apunte para su govierno; y para pagarle á dicho Marín su importe.
Que la esquela la escrivio á su muger de Quera por que estaba sobresaltado
á causa de que compuso barias escopetas para los insurgentes coactado por
ellos, y de miedo: que tambien es sierto que con la notisia de mi llegada á
Ambo habló con Don Juan José Ruiz, don Mariano Figueroa, y Pedro Cor-
pancho, y con ocacion de que don Guillermo Zeballos les comunicó que yo
havia puesto bandera de paz en Ambo le dijo al primero que pasase a donde
Castillo á redusirlo para que la gente la contubiese, y se impetrara el perdón;
que sabiendo poco despues por boca del cuñado del Yngles que tambien se
halló en la combersacion cuyo nombre ignora, de que Ruíz se havia arrepenti-
do al pretesto de que no queria que le hisiese desayre, ó que le resultase algun
perjuicio, paso en persona á donde Castillo, y no obstante de que en su patio
havia muchisima Yndiada, estando don Pedro Tello en la puerta de la sala, y
don Miguel Castañeda al lado de Castillo, le dijo á este que sabia que yo habia
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