Page 489 - La Rebelión de Huánuco. Vol 2
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La Rebelión de Huánuco de 1812
            parto: que le concedio permiso para quedarse, con la calidad de que le hechase
            un puño a su sable: que tambien á Antonio Espínosa le pídio permiso para no ir
            á Ambo, y se la concedió con el cargo de que luego que paríese fuese a la Guerra:
            y que tambien le pidio permiso a este porque era uno de los que reparaban sí
            los de Huanuco íban a sus expediciones o no: y añade que la noche martes de
            carnestolendas vio junto a la Torre seis hombres que no los conocio, que segun
            supo eran los del Congreso para botar la carcel: que quando la semana de cenísa
            estubo enfermo lo vicitaron Josef y Manuel Rodriguez, y le dijeron que porque
            no se metían en sus juntas, y que seguramente el los bendía: aque les contexto
            que no los bendía por que el estaba en cama, que lo hicieron andar por ber si
            estaba bueno, y en su vista le expresaron que ya estaba bueno.
                    Y que le contaron que habían tenido tres juntas, una en la Esquina de
            San Marcelo, otra en Huallayco, y la tercera en Puelles; que no le expresaron
            los nombres de los sujetos, pero la aseguraron que todos íban armados para
            defenderse en caso de que la Justicia los quisiese sorprender: que igualmente los
            citados Jose y Manuel Rodrigues le abisaron que ya no había remedio por que
            Fray Marcos habia dirigido una carta combocatoria a los Pueblos imbitandoles
            a la sublebacion: que los Yndios habian de entrar el Domingo casi sin falta, y que
            no habia que tener miedo: que Josef Rodriguez estando pasando por la tienda
            de Josef Cerna le expresó que ya estaban libres, de chapetones, lo que sucedio
            el domingo por la mañana antes de que los Yndios entrasen a la ciudad: que asi
            mismo la expresó que la noche del combate estubo tirando con una escopeta
            que le dio Don Jose Espinosa al ayre, por no maltratar a sus Yndios: que esta
            es la verdad de quanto puede confesar en el supuesto de que en sus anteriores
            confeciones ha faltado al Juramento por que Fray Marcos Martel le aseguró que
            siempre que declarase en contra suya, la tierra que pisase seria maldita, y que su
            familia siempre arrastrada jamas tendría reposo en esta vida pues el era Minis-
            tro de Dios, y responde.
                    Preguntado si sabe que Fray Marcos, Fray Ignacio y otras personas de
            esta ciudad tubieron intelijencias con otros sujetos de fuera o del mismo lugar
            para la sublebacion dijo: que ignora.
                    Preguntado quíenes eran los jefes de los Yndios dijo: que Josef Ro-
            drigues era el comandante, y sus compañeros o subalternos, que mandaban
            aunque con annuencía del primero eran su Padre Andres y su hermano Ma-
            nuel Francisco Perez, Antonio Espinosa, el arrendador Coco, Jose Ulluco, y el
            sastre Felípe Aimenes.



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