Page 24 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1
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Volumen 1
Carta confidencial de Manuel de Gorrichátegui a Julián de Arriaga
máximas que le ha sugerido ciertas gentes y lleno de los perversos errores que
aflijen a la Iglesia en estos tiempos, sólo piensa en abandonarse a los placeres
y en vivir sin otra ley que la del libertinaje y corrupción.
El señor cura de Palacio podrá informarle a vuestra excelencia lo que
sobre este particular le he comunicado, y todo lo que me incomodaba el bus-
car medios con que separarlo de la corte; pero no habiendo surtido efecto
todos los que he promovido, es preciso hacer el último esfuerzo para que sus
protectores, no sorprendan la justificación de vuestra excelencia, pues, como
no ignoro los pasos dados con vuestra excelencia para su acomodo, temo que
fiado en la esperanza de conseguirlo, no quiera seguirme; ni oír los consejos
que le doy. En una palabra consta de público y notorio que desde Abril, hasta
el presente lleva perdidos muy cerca de treinta mil pesos, sin que de estos haya
sacado un cuartillo para mantenerse y con ésto, y con el vicio que tiene en su
corazón sobre las costumbres religiosas, me parece que sobra para que vuestra
excelencia se imponga en lo que pasa; pues con esta diligencia quedo yo libre
de las resultas que me pudieran sobrevenir, por haber sido instrumento de
ponerle en estado de que llegase a ocupar una toga, o empleo semejante.
Si después de este informe, quisiera vuestra excelencia extender su jus-
tificación al bien de la su ilustre familia, sería muy conveniente que vuestra
excelencia lo mandase restituir a su casa, porque seguramente la arruinará de
modo que jamás logre restablecerse. Don Matías de Landaburu en Cádiz y don
Francisco de Obregón aquí, podrán testificar mi verdad pues como yo siempre
prescindo en materia de intereses, estos sujetos han corrido con los de la casa.
Lo que únicamente pido por premio de esta delación, es que vuestra
excelencia oculte mi nombre, porque esta sería una queja entre la familia que
me daría mucho que sentir; pero con todo siempre que fuera necesario nunca
dejaría de decir la verdad sino hubiese un medio tan prudente como este para
honestarla.
Deseóle a vuestra excelencia salud, y que Dios guarde su importante
vida muchos años.
Madrid y Noviembre 24 de 774.
Excelentísimo señor
Beso la mano de vuestra excelencia, su mas atento y rendido capellán.
Manuel de Gorrichátegui (Firma y rúbrica)
FUENTE: A.G.I. Lima, leg. 620
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