Page 278 - Guerrillas y montoneras durante la Independencia - Vol-6
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Volumen 6
Documentos de 1825
Nobiembre proximo pasado, continuando luego la de dos rreales mensuales
que actualmente nos gravita = Sino estubiesemos constituidos á tantas esca-
ses, desde luego Señor Prefecto, haríamos gustosos, y movidos de gratitud,
qua- lesquiera deber que estubiesen en nuestros alcances para auxiliar á un
exercito, que á costa de tantos y tan grandes sacrificios no ha buscado la liber-
tad y nos há puesto en posesion de nuestros derechos; pero en el dia casi toca
en la raya de imposibles; por mas que nuestro deseo se ajite = Estamos instrui-
dos que el Señor Gran Mariscal José Antonio de Sucre, ha dispuesto que esta
contribución se debe exigir á los pueblos que se sublebaron ó a los que no han
hecho servicio alguno al exercito. supuesto lo dicho es claro que de ningún
modo nos comprehende la resolución del pago, á que en el dia se nos ajita; por
que tan lejos de rebolucion, quando ha permitido las circunstancias de hacer
un deber propio a nuestra adhesión, lo hemos echo como evidencia el notorio
acontecimiento funesto del seis de Febrero del año de ochocientos veinte, en
el empedrado de Izcuchaca, en que fueron victimas mas de cesenta desgra-
ciados de nuestros compañeros y muchísimos prisioneros que de necesidad
murieron algunos en la cárcel de Izcuchaca, de donde fue llebado Casimiro
Flores, hasta Huancayo, allí lo fusilaron por caudillo, y a Manuel Reyes en la
Plaza de esta Capital de Pampas, por determinación del general Ricafort; este
comportamiento patriótico, ha contribuido en mucha parte a nuestra ruina;
por que el vecindario desde aquel tiempo, fue tratado con la mayor hostilidad,
como manifiesta el papel que debidamente acompañamos aunque tan socio
(sic); pero presiso para el superior conocimiento de Usia, sino hemos tenido
la satisfacción de hacer mas sacrificios, á imitación de otros pueblos que han
sido participes en esta gloria, ha sido por que la localidad ni la preponderante
fuerza del enemigo no nos há dexado respirar, pero que hayamos intentado
ofender nuestros mismos derechos, jamas se ha dicho, ni se dirá por un pe-
queño momento. Si exponemos a Usia en razón de servicios á nuestro exer-
sito hasta aqui parece que hemos esforsado nuestra cituacion mas halla de lo
posible para hacer los servicios en todas las ocurrencias que de continuo se
ocasionan con el trancito de dibiciones que marchan por esta ruta; en cuya
consideración, y en la de quanto exponemos á Usia, por medio de este atento
recurso que repetimos por conclucion, siempre apoyados en la garantía de
las equitativas resoluciones del mismo Ilustrísimo Señor Gran Mariscal = A
la innata piedad de Usia suplicamos rendidamente, se digne exonerarnos de
este pago por ser asi mui conforme a las beneficas intenciones del gobierno:
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