Page 68 - Guerrillas y montoneras durante la Independencia - Vol-5
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Volumen 5
Documentos de 1823
2,004
Despues de tener a Vuestra Excelencia escrito el oficio anterior que
acompaño, este se frustró hasta el dia motibo de que no ha havido conductor, y
el que iba a hacerlo le resulto inconvenientes y no lo pudo verificar su destino.
Oy logro la ocasion de que este y la anterior sea elebado a su superior
juzgado, y por lo tanto buelbo a elebarle mis justos sentimientos sobre los
referidos hazendados que despreciando y mirando nuestra justa causa y cis-
terna con el abandono mas indecible a pesar de mis prolijas y vivas exactitudes
no se han dignado de ningun modo el condolerse de mis fatigas, ni menos
ayudarme en nada: parece que a estos rebeldes traidores mis buenas medidas
y proyectos les son al contrario enemigos porque en quanto he ordenado y
mandado la seguridad de estos puntos mas peligrosos donde existo, a los pe-
ruanos de mi mando, todos son consejos a que desmayen mi balor, y que no
atraigan de ningun modo a la justa causa.
Los ceductores traidores publicamente conocidos por tales perfidos
don Francisco Collazos, Manuel Pichardo, Damaso Mesa, Hilario Avellaneda
y Dororeo Dorregaray estos como quien no hace nada son los que al enemigo
estan participando de lo mas minimo nuestros movimientos, fuerza y modo
de pensar que quando intentamos hacer qualesquiera diligencia util, con el
señor comandante general José Urbiola, ya lo mas minimo lo saben los enemi-
gos; y por quien por estos espresados sujetos, porque tienen correspondencias
con el enemigo, y a lo disimulado estan metidos en las haciendas de mayor-
domos; y pues como no se ha hecho un exemplar con ellos nunca ni jamas
podran mudar de sus viles procedimientos y iniquas traiciones.
Ahora poco dimos nuestro asalto a Huancayo al quartel general de la
fuerza enemiga, pero antes de operar nosotros ya lo minimo lo sabian, y de
este modo quedan frustradas nuestras medidas; estos sujetos a suficiencia de
ser mayordomos sirbientes no cesan con estar remitiendo cargas de fruta, azu-
car, alfeñiques y otras maritatas a sus patrones y casas, y con este pretesto son
las traiciones y correspondencias continuas de estos malbados, de esto conti-
nuamente se da queja y aviso al gobernador de esta quebrada, pero jamas hace
un exemplar ni suspende la remesa de estos iniquos; y por lo tanto mientras
no se ponga en una pricion correspondiente y se haga un castigo exemplar
con estos deberán cesar sus traiciones, y los continuos peligros en que esta
quebrada se halla.
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