Page 222 - Guerrillas y Montoneras durante la Independencia 4
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Volumen 4
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            que hay dos mil, otros que quinientos, y otros que trescientos; pero sea de esto
            lo que fuere, lo positivo es, que se halla en dicho punto, segun se me ha ase-
            gurado. Viendo este abandono traté de examinar el numero de partidas que
            se hallaban destacadas: el punto de su recidencia: el numero de individuos de
            que cada una se componia: los nombres de los Comandantes á cuyas ordenes
            se hallaban; y que me comunicase quanto conciderase conveniente para mi
            govierno y ulteriores providencias, y su contestacion fue la que tengo el honor
            de incluir á Vuestra Excelencia para que por ella, se imponga del por menor
            de su relato, y del mucho descuido que ha tenido en su Govierno.
                    Sin embargo, hé tratado con el mayor empeño de destacar varias par-
            tidas de abanzadas en todos los puntos que he creido convenientes, asi para
            que esten á la mira del movimiento del enemigo, como para poder tomar las
            providencias oportunas para la defenza de esta Provincia que tengo el honor
            de mandar, y juntamente impartircelo á Vuestra Excelencia.
                    Seria molestár demaciado la ocupada atencion de Vuestra Excelencia
            si yo tratase de referirle el por menor de las operaciones de mi antecesor, el
            abandono que tenia hecho del Gobierno y lo quejosos que se hallan de él mu-
            chos de los vecinos de esta Provincia, por las injusticias que ejecutaba. Vuestra
            Excelenncia con su alta penetracion se hará cargo de los procedimientos de un
            hombre que está mas bien para ser mandado que para mandar, porque ignora
            absolutamente que cosa es gobierno ni de que medios debia valerse en las ac-
            tuales circunstancias para salvar la Provincia que mandaba; del riesgo que la
            amenaza, sino que su abandono la dejaba expuesta incautamente á ser presa
            de los enemigos, sin recordar el cargo de responsabilidad en que se hallaba
            por su negligencia. Todo lo que pongo en conocimiento de Vuestra Excelencia
            para que en su consequencia me ordene lo que fuere de su superior agrado.
                    Dios guarde la importante vida de Vuestra Excelencia los muchos y
            felices años que la Republica ha menester, para su comun felicidad. Canta y
            Abril 2 de 1823.
                    Excelentísimo Señor.
                                                 Juan Jose García Mancebo (Rubricado)
                    (Al margen)
                    Enterado y que Su Excelencia queda satisfecho de su zelo.
                    Contestado en 11.
                    Excelentísimo Señor Presidente de la Republica del Perú Don José de
            la Riva Aguero.



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