Page 221 - Guerrillas y Montoneras durante la Independencia 4
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             Guerrillas y montoneras durante la Independencia


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                    Abril 2.
                    Excelentísimo Señor.
                    A consecuencia del nombramiento de Gobernador Politico y Militar
            de esta Provincia que se dignó la bondad de Vuestra Excelencia hacerme, y de
            las superiores ordenes que me comunicó, me puse en camino para ponerme
            á la frente del Govierno, entender en su administracion y desempeñar la con-
            fianza que Vuestra Excelencia se sirvió hacerme; quando luego que llegué á mi
            Hacienda de Zapán, tube noticia de que mi antecesor havia convocado á los
            Pueblos por medio de sus AIcaldes, a fin de que representasen á Vuestra Exce-
            lencia que la voluntad general de la Provincia, era no admitir al sucesor, y si la
            continuacion del actual por entonces, figurandoles que el nuebo Gobernador
            era un chileno, ó porteño llamado Don Juan José Garcia Mancebo, que aca-
            baria con la Provincia y que todos ellos serian sacrificados, a pesár de haberle
            escrito antes de salir de esa capital, cuya carta llegó oportunamente á su poder.
            Para este efecto, se valió de dos ó tres individuos advenedisos en el lugar que
            firmaban á nombre de los vecinos ignorandolo muchos de ellos, y otros que
            teniendo conocimiento de que yo era el Gobernador, se negaban á prestar su
            consentimiento; pero siempre llegaron á ejecutarlo á nombre de estos.
                    No hay duda que el engaño que se les figuraba causó en ellos alguna
            displicencia para admitir el nuebo gobierno, segun se me notició; pero luego
            que llegué á la Provincia salieron de la engañosa duda en que estaban, mani-
            festando el mas grande jubilo y regocijo al ver que yo era el Gobernador, y jun-
            tamente descubriendome el engaño que havian padecido por dicho Ex-Go-
            bernador, y sus satelites.
                    Este escandaloso procedimiento no solo manifiesta una grande aspi-
            racion de mandar, quizá con siniestras intenciones, sino tambien una grave
            oposicion á las superiores determinaciones de Vuestra Excelencia y por consi-
            guiente se hace acreedor al mas serio escarmiento.
                    Pero no es esto todo Señor Exclentísimo, sino que empieso á tomar de
            él, las instrucciones convenientes para mi govierno y me encuentro con que
            no sabe ni que oficiales tiene á sus ordenes, ni si existen algunas partidas des-
            tacadas que estén á mira de los movimientos del enemigo que dicen se halla en
            Tarma, en numero que no puedo fijar á Vuestra Excelencia por que unos dicen



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