Page 182 - Guerrillas y montoneras durante la Independencia - Vol-3
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Volumen 3
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            al Sargento Mayor Don José Fernandez Prada Comandante de las Montañas
            para que la observe puntualmente.
                    1º Se trasladará del Pueblo de Pariaguanca, y ocupará la posecion que
            en oficio de oy le indico.
                    2º Todas las operaciones ostiles, que emprenda sobre el enemigo, serán
            evitando encuentros grandes en los que la fuersa veterana siempre tiene ven-
            taja, por lo que preferirá los choques parciales, procurando tenér un tercio de
            ventaja.
                    3º El objeto principal de sus operaciones debe sér, el tener á los enemi-
            gos en continuo al arma, particularmente de noche, que proporciona campo
            franco á la desercion de los descontentos, procurando siempre hacerlo en los
            cantones que tengan menos fuersa de Caballeria.
                    4º Respecto á sér grande el numero de pasados que ay en las monta-
            ñas, preferirá ponér el armamento en manos de estos, dando lisencia á los
            Peruanos de los Pueblos, para que hayan á trabajar en sus casas; bajo la precisa
            condición de reunirse á la primera orden en el punto que se les indique.
                    5º Los oficiales que antes servian en esa Partidas, y que considere inep-
            tos para ello, podrá separarlos, dandome cuenta de los motivos que tenga para
            ello, en lo que tendrá la mayor politica de hacerlo con aquellos, que realmente
            sean inutiles, y que no tengan influencia en los Pueblos, para evitar de ese
            modo, resentimientos que nos atraigan males graves.
                    6º Bajo la mas estrecha responzavilidad, encargará á los oficiales que
            mande de Partida el que no tomen ganado ninguno de los Peruanos, ó vecinos
            de la Provincia, que lo tengan en las inmediaciones de los campos del enemi-
            go, á no sér de Españoles, que aborrezcan nuestra Causa; ó de Americanos que
            despues de nuestra retirada, se hayan contraido á hacernos la Guerra.
                    7º Aun en el caso de que los enemigos abandonen los Pueblos desde
            Jauja hasta la Concepcion se abstendrá Usted de ocupár ninguno de ellos á
            menos de que el enemigo desocupe Huancayo, y se halle quando menos en
            Acostambo, procurando que qualesquiera Pueblo que ocupe Usted entonces
            con sus tropas, sehá tratado con la consideracion devida, y que no se saqueen
            ni las Casas de los Españoles, las que mandará Usted embargar bajo de un
            exacto Imbentario, quedando los moebles en la misma Casa al cargo de un
            Depositario honrado, pues lo hago á Usted responzable de qualesquiera exeso
            que se cometa, y no lo contenga en tiempo.





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