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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Guerrillas y montoneras durante la Independencia
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Camaná Enero 24 de 1822.
Señor Don Justo Pastor Maldonado
Mi estimado compañero y amigo de todo mi aprecio: En vista de la de
U. de hoy he hecho los mayores esfuerzos para averiguar si han visto algunos
vecinos pasar los dos hombres que me cita en la suya; nada he podido adqui-
rir, y he puesto centinelas en los parajes necesarios por si pasasen esta noche.
Este mismo hecho, y el que recientemente acava de suceder en Caraveli de la
entrada de los enemigos nos obliga a redoblar nuestro cuidado, y desvelarnos
por desempeñar nuestro encargo; y zelar extremadamente la correspondencia
de aquellos con estos.
Ya por esto mismo quedó frustrada nuestra empresa de pasar yo á Ca-
raveli y U. á Atico; ahora solo debe U. poner sus cuidados en la formacion de
la partida franca, y que esta se halle pronta para el servicio que se ofresca de
propios, vigias y demas. Que se retiren todos los ganados hasta no quedar
mas que las bestias necesarias para aquellos que fuesen de su confianza, y que
puedan servir de propios.
El oficio que le incluyo para el Cavildo lo dará U.; pero ya prevengo al
Alcalde no se le dé curso a nada porque asi lo exigen las circunstancias. Tenga
U. mucho cuidado a fin de no ser sorprehendido; recojerá U. las balsas; encar-
gará U. a los vecinos de la inmediación al rio le den a U. aviso quando vean
pasar á alguno. Publique U. un bando para que ningun vesino aloje a forastero
alguno en su casa sin que primero lo presenten a U. o al Alcalde, y velar sobre
que se cumpla esto.
La partida franca que no solo sea de diez hombres sino tambien de
quantos U. pueda reunir; y en caso que U. sepa que viene de Caraveli alguna
partida se retirará U. replegandose a mi y trayendome quanta gente pueda.
Hará U. que los vecinos le presenten sus armas, y con ellos armará U. a los de
su mayor confianza, procurando tenerlos montados aunque sea en yeguas.
Si los tres cavallos que U. me dise son grandes, o regulares, y aparentes
para el exercito, me los mandará sin perdida de tiempo, y si el cura tiene algún
cavallo es presiso quitarselo, y no dejar a nadie uno, pues asi me lo previene
nuevamente el señor Valdes por un propio que he recivido esta noche, y asi no
descuiden en esto que es muy interesante.
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