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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Guerrillas y montoneras durante la Independencia
lucha balerosamente de parte de nuestra gente hasta doblar el braso orgulloso
de Carratala, de modo que entreverados en la pelea ambos enemigos, se tur-
baron, como ha cometerse hasta que de puros cansados, de debilidad de co-
mida se sesó la batalla. Pero señor, es cosa de admirarse esta accioncita; yo con
poca gente y algunas armas de fuego, y del enemigo una divicion de bastante
superior a la nuestra, pero el Dios de los exercitos no permitio que perdiese
gente, sino mas que dos caballos de estos vuestros valientes morochucos, y de
parte del enemigo se tomo algunas armas de fuego, sable, fuera muchas cosas
que se aprovecharon nuestra jente. Al fin como buen general hizo salvar las vi-
das de sus soldados, pero há muchos heridos, aun todos los rovos que fueron
constodiando.
Si yo a tener mas gente, o auxilio de pronto, esta es la ora que hubiera
hecho marchar a presencia de V.S. dichos enemigos, en fin no es tarde, donde
quiera que baya, siempre caera el cobarde Carratalá a manos de los defensores
de la patria. Al Señor Comandante Militar don Agustin Jose Molinares, les
anuncia por esta accioncita que se iba ha asir, que precisamente le habra sig-
nificado a V.S. aun le pedi su aproximacion para el mejor exito, cuya marcha
no dudo que vaya redoblando a esta para los fines que convenga; y aseguro a
V.S. que con la llegada de dicho Señor Comandante será terror imperio esta
provincia pues en el dia no respiran otra cosa, sino el de la independencia;
contemple V.S. como he operado a pesar de los gefes cobardes que abandona-
ron, en esta virtud tenga V.S. presente mis servicios, que para el bien, y alivio de
este su pobre le pongo presente no dudando haga bisible ante el señor Protector.
Yo en persona hubiera pasado a besarle las manos de V.S. pero con-
templando el que, queden desconsolados estos pobres tal ves con alguna des-
confianza, quisa expuestos a qualquier peligro he determinado no moverme,
porque todo su dictamen, y unico consuelo en el dia, es este su pobre, a causa
del abandono que han padecido.
El conductor de esta es un hombre de muchos servicios nombrado
don Siprian Romarate, quien ha salido, por las circunstancias emigrado aban-
donando sus familias, y sus intereses, a quien le recomiendo a V.S. para que
como padre lo vea, dandole algun auxilio para su trasporte con mas el nom-
bramiento de teniente, que por merced le suplico no dudando en su angelico
corazon de V.S.
El Comandante de Caballeria de Morochucos nombrado Vicente Te-
norio havia procedido maliciosamente el dia de la accion mandando a la
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