Page 26 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 7
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Volumen  7
                                                              Causas criminales contra los rebeldes
                    Mi señora doña Micaela Bastidas.


                    Muy señora mía y todo mi respeto: la orden de vuestra merced se
            ejecutó en Yra Guatua con toda mi gente, y no ha habido ninguna novedad
            porque los centinelas no se mueven de sus lugares, que varios que vienen del
            Cuzco todos los días, dicen que los cuzqueños no piensan salir, ni los pilpin-
            tos, acchas ni paruros piensan salir, y a vuesa merced van con mil mentiras a
            molestarla motivados del hambre, por interés de avíos supérfluamente, pues
            estando en Guatua con toda mi gente, vinieron a pegarme el petardo de que
            habían salido los pilpintos a Acos y que estaban peleando, y nos alborotó y pa-
            samos a auxiliar, y no hallamos ninguna moción ni tal pelea, en silencio todo
            Acos. Así nos alborotan con mentiras.
                    Esta gente me consume con avíos, que no teniendo orden de vuestra
            merced no puedo darles, y así vuestra merced disponga lo que le pareciese,
            pues yo no puedo dar, menos que sea por orden de vuestra merced. Yo deseo
            que vuestra merced goce de salud, y que la mía se dedique en su servicio. Pi-
            diendo a Dios le guarde su vida por muchos años. Acomayo, Diciembre 13 de
            1780.
                    Besa la mano de vuestra merced su criado que desea verla


                                                               Marcos de la Torre
                                                                 (firmado)

                    A mi señora doña Micaela Bastidas guarde Dios muchos años en el
            pueblo de
                                                                      Tungasuca


            [Marcos de la Torre informa de diversos hechos a Túpac Amaru].


                    Señor gobernador don José Tupa Amaro.


                    Muy señor mío y todo mi respeto: le doy a vuestra merced el parabién
            de la noticia tan favorable que nos ha dado un mozo de Pomacanche, y así
            a mi mismo me doy el parabién porque estuvimos como en unas tinieblas.
            Ahora saben que está vuesa merced en ese santuario. Damos infinitas gracias
            a su Divina Majestad y que nos ha sacado de estas tinieblas. Sólo nosotros



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