Page 94 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Volumen 6
                                                         Causas criminales seguidas contra los rebeldes
                    Incluyo esta carta para que vuestra señoría disponga lo mejor y no se
            descuide.



             [Diego Mamani expresa a Túpac Amaru sus recelos sobre la correspondencia].

            Señor gobernador don José Tupa Amaro.
                    Muy señor mío y mi mayor veneración. [tarjado: Celebro] Celebro su
            muy importantísima salud de mi señor, ciertamente por dichosos años, para
            que como su humilde criado le emplees en cuanto fuese de su agrado.
                    Señor gobernador aquí lo participo a vuesa merced; ahora 28 de este
            mes del corriente pasó preso entre guardia de soldados, uno su pariente de
            vuesa merced llevó para entregar al corregidor de Lampa; por no tener un es-
            cribano le remití éste en oculto, estamos asustados por la ira de estos soldados;
            apenas que tenemos un escribano de principal eso estaba muy sentenciado
            para cortar la mano y para despachar a Valdivia; y así que como quien es,
            puedes ampararla a esta persona de este pueblo que nombra Nicolás Sanga,
            solo estas cartas que remití no hay que mostrar a ningún, y avisarme en su
            respuesta de todo para nuestro alivio.
                    Nuestro Señor guarde a vuesa merced muchos años. Pucará y diciem-
            bre 28 de 780.
            Muy señor mio.

                    Besa la mano a vuesa merced su rendido criado, su compañero.
                                                                        Diego Mamani
                                                                             (firmado)

              [Juan Quispe Yupanqui comunica a Túpac Amaru la prision de un servidor y
                        que ha enviado indios para que actúen en la rebelión].


                    Señor don José Gabriel Tupa Amaro.
                    Muy señor mío de mi primera atención y aprecio. A su Ambrosio de
            vuesa merced, lo-llevó a fortiori el corregidor de esta provincia para Arequipa,
            a todo rigor que me dejó llorando; y él se fue también con el mayor sentimien-
            to y pesadumbre de perder la ocasión tan oportuna de verse con vuesa mer-
            ced, y obedecer en todo con el debido acatamiento; pues nuestros deseos son



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