Page 775 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
P. 775
Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
se ocupaba en escribir lo que le mandaban y responde.
Hízocele cargo como niega la confianza del rebelde y el deseo de la
facilidad de sus empresas, cuando consta de estos autos era el de los secretos
y confianza, manifestando particularmente las intenciones de que se hiciese
guerra en Pucacasa; que el rebelde le permitía andar con armas y uniforme, no
separándose de su lado ya para darle consejos, ya por vanagloriarse, tenía toda
su satisfacción, animando a los indios a la batalla, aplaudiéndoles las muertes
que hacían, lo que participaba al rebelde, como los que se distinguían, ocasio-
nándole esto tanta confianza, que abría cartas, las leía y respondía. Que man-
daba en la casa con despotismo, haciéndole creer eran traidores los españoles,
que por si respondía a algunas cartas y extendía también algunas comisiones,
dice, es falso fuese de la confianza, como igualmente lo de Pucacasa, que sólo
tuvo un espadín que le dió el rebelde para ir a Comhapata, que uniforme nun-
ca lo tuvo y aún por no habérselo querido poner estuvo para matarlo; que es
cierto estaba siempre a su lado, pero no para darle consejos, ni vanagloriarse;
que nunca animó a los indios, ni aplaudió las muertes, lo único que hacía era
referir como todos los demás las muertes que habían sucedido; que las car-
tas de los indios es cierto las abría y respondía, pero no otras. Que es cierto
mandaba en la casa a los criados, nada más, pero incierto el haber dicho eran
traidores los españoles y responde.
Repreguntósele cómo si estaba siempre a su lado respondía a las cartas
de los indios por sí y tenía licencia para mandar /.6 en la casa, insiste en negar
la confianza y afecto del rebelde, cuando todo esto lo manifiesta tan clara-
mente, dice, que el traerlo a su lado era por la desconfianza, que las cartas que
abría eran de algunos indios que antes ya sabía el rebelde de quien eran por la
noticia que daba el conductor y que en la casa era solo hacer lo que le manda-
ba el rebelde. Y añade ahora que entrando un día el rebelde en su casa expresó
eran unos traidores los españoles y encarándose con el confesante, le dijo no
es verdad y respondió el confesante, si señor, pero lo hizo de miedo, que a su
mujer del confesante la tenía regularmente presa, prueba de que no había tal
confianza y responde.
Preguntósele si respecto de que le sirvió de plumario, sabe a que per-
sonas escribía a esta ciudad, Lima u otras partes, sobre el asunto de la rebelión,
dice, que en esto se remite a lo que tiene declarado en causa de Joseph Tupa
Amaro y responde.
Preguntósele si sabe quien le auxiliaba con gente, armas, víveres fuera
774