Page 409 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            hasta los altos de Corma, se escapó el confesante y fue a salir al pueblo de Aco-
            mayo, donde estuvo escondido un día en casa de un indio, de donde zafó y se
            restituyó a Tungasuca; y respecto de ser muy necesaria la asistencia del señor
            oidor para otras cosas, se suspendió en este estado ésta declararación. Entre
            renglones: para otras cosas; vale.


                                                 (rúbrica de Benito de la Mata Linares).
                                                                       Andrés Castelo
                                                                             (firmado)


                                                              Manuel Espinavete López
                                                                             (firmado)


              [Continuación de la confesión suspendida de Andrés Castelo. Abril 30, 1781].


                    En la ciudad del Cuzco, en treinta días del mes de Abril de mil setecien-
            tos ochenta y un años, en prosecución de la antecedente confesión compareció
            Andrés Castelo, quien bajo de juramento que hizo de decir verdad en lo que
            supiere y fuere preguntado, proseguió diciendo que estuvo en Tungasuca escon-
            dido como doce días, de donde lo sacó Tupa Amaro, en cuyo tiempo vino en su
            compañía al cerro de Piccho, a donde, antes de llegar, le destinó el rebelde con
            Paulino Andia a ir a echar la gente a Coporaque y Yairi, a lo que el confesante se
            ofreció de miedo y se fue a esconder en casa del cura de Yanaoca, a donde envió
            a buscarlo el rebelde, y viéndose el confesante con tanta gente contra sí, se fue a
            presentar y lo llevó a Lampa, quedándose el confesante en Ayaviri enfermo, de
            donde también regresó a Tinta, en donde ha estado hasta la prisión del rebelde,
            bien que el confesante, habiendo pasado a Queque de orden del rebelde, luego
            que supo que venía nuestra tropa por Yanaoca, procuró irse a encontrar con ella,
            y efectivamente la encontró y se entregó, aunque un caballero que iba en nuestra
            tropa, que no sabe quién es, lo mandó atar.
                    Preguntósele si todo el tiempo que ha estado con el rebelde ha estado
            forzado o por su voluntad. Responde ha estado siempre forzado.
                    Hízosele cargo cómo dice ha estado siempre forzado, cuando aparece
            de su misma confesión que en las varias ocasiones que ha ido a los pueblos
            con orden del rebelde se ha vuelto a Tungasuca pudiendo haberse venido a los
            nuestros. Responde que nunca se pudo venir por la multitud de indios que



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