Page 315 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
[Comunicaciones enviadas por José Gabriel Túpac Amaru a diversas personas].
Hija mía: recibí tu esquela juntamente los pliegos, y ahí respondo al
amigo. Sólo te encargo advertir bien al propio que vino del Cuzco, que no se
descuide con la carta porque importa mucho. Yo todavía estaré allá de aquí
en 5 ó 6 días aún, por lo que te prevengo que vista ésta, me remitas dos mil
pesos, y que vaya a Yauri que allí lo encontraré. Yo pasaré mañana por Velille,
y hasta aquí me va bien pues la gente de esta provincia van saliendo más leal,
y en adelante espero salir lo mismo. Tener mucho cuidado con los que están
en casa, y dile a nuestro Figueroa que no se descuide con tenerlas muy prontas
todas las armas que estén allí. Ruego a Dios que te guarde muchos años. Altos
de Livitaca y Noviembre 26 de 780.
Tu chepe
(rubricado)
Después de escrita esta, recibí las cartas de Velille [tarjado: las que] y
las del provisor, y no te dé cuidado de nada porque conmigo no reza nada de
esto.
Mandarás decir en delante del propio del Cuzco con un indio que
como los veinte tantos mil indios entre españoles que están guardando las
salidas del Cuzco.
Pedían seis mil pesos para sus sueldos, y que los cuatro mil pesos que
yo había dejado ya se los había acabado, y mandarás sacar un zurrón de plata
o dos con el mismo portador [tarjado: y mi] haciendo meter a la tienda de
arriba, cerrando la puerta falsa muy bien, y que echarás voces diciendo que
parece faltan algunos zurrones. Esto es para que vaya a contar al Cuzco.
Allí despacho ya comisión a don Andrés Casteló para que pase in-
mediatamente que reciba, a los pueblos en donde estuviere fijado el cartel de
descomunión a quitarlo, llevándose un par de soldados, y si no quisiese ejecu-
tarlo, mandarlo cerrar adentro con un par de grillos.
Hija mía: acabo de recibir carta de Layo, en la que me dan noticia de
que vienen soldados de Lampa y Azángaro, y así precisa mucho que mandes
poner toda la gente en el cerro de Chillocani hasta que yo regrese de este Veli-
lle, que será el viernes, porque siempre pasaré a dicho pueblo de Layo a poner
bajo en el tránsito. También será preciso que don Juan Antonio Figueroa lleve
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