Page 944 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen 4
Conclusión de la rebelión
padres corre por mis venas, cuarenta años de prisiones y destierros han sido el
fruto de los justos deseos y esfuerzos que hice por volver a la libertad y pose-
sión de los derechos que los tiranos usurparon con tanta crueldad; yo por mí
a nombre de sus Manes sagrados, felicito al Genio del Siglo de América, y no
teniendo otras ofrendas que presentar en las aras del reconocimiento, lleno de
bendiciones al hijo que ha sabido ser la gloria de sus padres.
Dios es justísimo, Dios propicio sea con todas las empresas del inmor-
tal Don Simón Bolívar, y corone sus fatigas con laureles de inmortal gloria,
conservándole para consuelo de la numerosa familia que aún lamenta la injus-
ta muerte de sus padres; y si posible es, reúna el único resto que conserva la Provi-
dencia de los Incas del Perú, a las frías cenizas de sus venerados progenitores.
Yo, señor, al considerar la serie de mis trabajos, y que aún me conser-
vo, aliento en mi pecho la esperanza lisonjera de respirar el aire de mi patria, y
confío que el Gran Bolívar no desatenderá una obra propia de su alma grande
y generosa; sólo aguardo que se allanen todos los pasos para el Alto Perú a
donde me llama naturaleza, no obstante estar favorecido de este gobierno de
Buenos Aires desde que pisé sus playas, y de cuantos han considerado mis
desgracias y trabajos incalculables, que tendría en nada, si antes de cerrar mis
ojos viera a mi Libertador, y con este consuelo bajara al sepulcro: lo desea y
acaso lo consiga el que con indecibles gratitudes es de S. E., el más afecto ser-
vidor y reconocido.
Juan Bautista Tupamaru.
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