Page 356 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen  4
                                                                      Conclusión de la rebelión
            esto es, por la correspondiente paga, y dejarán libres todos los caminos estrechos
            y parages, para que libremente transiten los españoles, mestizos, mulatos é indios,
            que fuesen comerciantes expresos; y en los pueblos y tambos, donde hubieren
            administradores y maestros de postas de real correo de S. M., harán los otorgan-
            tes, que los naturales acudan con las mulas y guias que pidieren y necesitaren, sin
            exigirles mas cantidad ni prémio, que aquel que señala el real arancel. Y si asi no
            lo hicieren los dichos naturales, alcaldes, ó los otorgantes pusiesen embarazo por
            aumentar el precio de los fletes, serán castigados conforme á la ley que trata del
            real correo. La 7 , que el dicho D. Miguel y sus coroneles, han de hacer los ofi-
                            a
            cios necesarios, para que el dicho D. Diego Cristoval Tupac-Amaru comparezca
            personalmente ante el Sr. Comandante General á pedir por su parte perdon, y á
            rendir obediencia al Rey. Y en esta conformidad queda tratado y consumado el
            dicho perdon, que se obligan á guardarlo y cumplirlo perfectamente, bajo pena
            de ser castigados severamente y declarados por infames y reos de estado. Y á la
            firmeza, guarda y cumplimiento de todo lo que dicho es, obligan sus personas y
            bienes habidos y por haber, y dan poder cumplido á las justicias y jueces de S. M.,
            y militares, para que á todo lo que dicho es, les egecuten, compelan y apremien,
            como por juicio y sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada: en guarda de lo
            cual renunciaron todo derecho y leyes de su favor, con la general que les prohibe.
            Y para mayor fuerza y corroboracion de esta escritura, por el privilegio de minoría
            que gozan, juran por Dios, Nuestro Señor, y á una señal de cruz, segun forma de
            derecho, de hacerla por firme, constante y valedera en todo tiempo.
                    Y lo otorgaron así los dichos otorgantes, á quien yo el dicho escribano doy
            fé que conozco: firma Su Señoría el Sr. Comandante General con el que sabe, y por
            los que no saben, los testigos que lo son, el General D. Tomas Ayana, el capitan
            D. Francisco Poveda, Ildefonso Cuentas y Vera, Juan Tomas Aparicio, Alejandro
            Almanza y Mariano Sanchez de Espinosa.
                    Presentes José Reseguin.— Nicolas Telleria.— A ruego de D. Miguel Tu-
            pac-Amaru, Inca, Ildefonso Cuentas y Vera.— A ruego de los dos Coroneles, ma-
            yor y menor, Alejandro Almanza.— GerónimoGutierrez.— A ruego de D. Andres
            Quispe, Mariano Espinosa.— A ruego del Coronel D. Matias Mamani y D. Ma-
            nuel Vilca Apasa, Mariano Espinosa.— Ante mi, Estevan Losa, Escribano de S.
            M. y Guerra.


            (C.A., la. edición, Tomo V, 1836)





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