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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            lograria sin duda con doblada fortuna y seguridad al apoyo de este esfuerzo, y
            el que le pudo dexar VS. en el caso de que se retirase porque conviniese: pues
            asi no dexabamos el Campo a los rebeldes, ni se daba ocasion a que engro-
            sasen su Exercito con los Yndios de todos los Pueblos que ya decisivamente
            estaran, o se pondran de su Partido, perdiendose el culto de las Yglesias, y por
            consequencia la Religion. Puede que yo me engañe, y pienso como presumo
            que se dira desde mi Quarto; pero el tiempo nos pondra a la vista las tristes
            resultas de este suceso, sino se remedia antes que el Enemigo se aproveche del
            periodo que ya hemos abierto a su grande y sacrilega empresa. Con esta ac-
            ción juzgo perdida la utilidad de la Paz, la Villa de Oruro, y quien sabe quantas
            del Virreynato de Buenos Ayres que publicaran como causa de su perdida el
            retiro de nuestras Columnas, y como triunfo del Rebelde el desalojarle un
            Puesto que les hacia tanta frente.
                    Todo esto lo digo porque lo oigo, y veo en algunas Cartas particulares;
            y aunque espero consolar mi espiritu con la relacion que me ofrece VS. ade-
            lanto mi parecer con decir que aunque me convenza, jamas dexare de sentir y
            llorar un hecho que da margen a los Ynsurgentes para reducir a los dudosos
            de su Casta y de todas las demas a ser de su debil tropa. En fin señor VS. ve
            mas que yo, y sabe en la materia quanto es dable: ama al Rey, y al Estado con
            un amor, respeto, interes, y honor indecible; y baxo de este supuesto no recibo
            lo que expongo y expondre despues, sino como una resulta y parte pequeña
            de mi pesar, pues nunca me podre hacer del partido de los que no sienten,
            que esto es perder mas que cautelar el respeto, y las glorias de las Armas del
            Rey. A VS. ha tocado el regirlas con acierto que es correspondiente y a mi el
            sentir que no buelban con el decoro y el triunfo que yo las esperaba. Para todo
            su auxilio me ha tenido VS. pronto, y sino he hecho mas, es porque no me lo
            ha indicado, como lo asegura nuestra correspondencia de oficio. Y por todo
            esto concluyo con entregarme al justo desconsuelo de verlas en este para mi
            triste estado. Todos los respetos que han podido gobernar para traerlas a él en
            que se ven, y precaver su deshonor, son, o seran para mi dudosos de segundo
            o tercer orden; pero no lo son los malos efectos que produce y producira sin
            duda ese despueble, y ese retiro sin haver formado un Quartel de invierno mas
            cerca del Enemigo, y que fue lo que me hacia pensar la Carta que VS. me puso
            con fecha 30 de Abril desde el campo de Siquaní. Dios se duela de nosotros,
            y suspenda la mano de sus iras, reduciendo o atando las de sus Enemigos, y
            los del Rey para que no crezcan tanto como yo temo y siento; y para que no



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