Page 1011 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
quitar de ellas todos los sujetos que pudieran, en lo sucesivo, agitar, de nuevo, los
ánimos de los indios que hoy están tan fieles, y siendo los que mas influjo han
tenido en los pasados disturbios los Tupac Amarus, aunque no dudo se rindieron
de buena fé al Rey, como estos pueden, algún día, por disgusto real o aparente,
maquinar nuevas conmociones, a que siempre tendrán facilidad por el dominio
increíble que han adquirido en el corazón de estos naturales, ya por el fingido de-
recho de sus ascendientes, y ya por el fantástico y decantado título de libertadores
y protectores de la nación, se hace indispensable separarlos cuanto antes de estos
países, con preferencia a cualesquiera otra, para precaver algún funesto evento.—
Con este pleno conocimiento, luego que por la casual muerte del Señor Inspec-
tor General, recayó en mí el mando de las Armas, y el encargo de la seguridad
de estas Provincias, mirando este objeto como principal medio para conseguirla
dirijí mis conatos a verificar su extracción empleando cuantos secretos resortes
permite y sugiere la política, y estando próximo a conseguir, en no pequeña par-
te, mis celosos deseos en el viaje a la capital de Mariano Túpac Amaru, y Andrés
Mendigure, que han venido con esta determinación, me veo casi en términos de
malograr todo lo trabajado, por que, estos me dicen, no podrán verificarlo si, para
ciertas habilitaciones, no se les adelantan quinientos pesos por mitad a cuenta de
sus pensiones.— Yo no ignoro las expresas prohibiciones que, para esto, hacen las
leyes pero, como en estas no es posible se pudiesen prevenir casos de tan extraña
naturaleza como el presente, creo tendrá lugar la epiqueya, y que por ella arbitra-
rá Vuestra Merced, lo que hiciera el legislador si lo presenciara, mandando, si lo
tubiere a bién, se les haga este adelantamiento para que consigamos lo que tan
interesa al Rey, y al estado, por que recelo con fundamento que si perdemos esta
oportunidad, no se presentará tal vez otra, y, de esta resolución que espero de su
celo, me resultará la satisfacción de que tenga Vuestra Merced tanta parte en un
logro de esta importancia añadiendo este nuevo servicio a los que ha contraído
hasta aquí en el del Rey, y quedando, yo, con el mayor reconocimiento de Vuestra
Merced, a quien deseo guarde Dios muchos años. Cuzco y Diciembre doce de mil
setecientos ochenta y dos.— Beso la mano de Vuestra Merced, mayor servidor.
Gabriel de Aviles. Señor Administrador General Don Francisco Parrilla.
Nº 351 Muy Señor mio, contemplando, con Vuestra Señoría, que, para tran-
quilidad de estas Provincias, conviene remover, de ellas, los objetos a cuya presen-
cia el espíritu de sus naturales puede conmoverse de nuevo, pues, sin embargo de
las protestas de fidelidad y del escarmiento que deben tener los Indios con el justo
suplicio del rebelde Cacique de Tungasuca, raiz de la sisaña esparcida en ellas, aun
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