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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Vida y obra de José de la Riva Agüero
correspondientes a su alta Clace que se puntualizan en sus memorandos de
servicios que no me es posible puntualizar por haverme hallado constante-
mente empleado al Sur y Norte de la República, en las épocas á que se refiere.
Es cuanto he crehído de mi dever exponer, tanto en cumplimiento de
lo preceptuado cuanto porque el Gran Mariscal se ha prestado a servir a la
Nación con aquel tino, y delicadeza que le hera característico.
Lima y Junio 23 de 1858
Excelentísimo Señor
Juan Pardo de Zela
Excelentísimo Señor
Al dar cumplimiento al Supremo decreto de Vuestra Excelencia emi-
tiendo el informe correspondiente sobre los servicios que prestó a la Nación el
Ilustre Gran Mariscal Don José de la Riva Aguero, consignados en la hoja de
servicios que se acompaña al expediente, me cabe la mayor satisfacción de ren-
dir el debido homenaje á la verdad, á la virtud y al mas acendrado patriotismo.
Este noble sentimiento me ligó con la mas estrecha amistad al Señor
de la Riva Agüero desde el año de 1810 que regresó dela Península condecora-
do con la gran Cruz de Carlos 3° á servirlos empleos de Contador de 1a clase
del Tribunal mayor de Cuentas y Juez del Ramo de Suertes que le confirio el
Consejo de Regencia y las 1ras. Cortes instaladas en la Ya de León.
Como la invasión de los Franceses en España por los años de 1808
hubiese despertado en sus hijos el antiguo patriotismo y heroicidad proverbial
de sus padres, levantando la Nación en masa se formaron por todas partes
Juntas gubernativas: se difundieron por la Prensa los principios liberales en
esos pueblos; y llegando hasta nosotros, tubieron la mas grata acogida en esta
Capital por los pocos hombres de Ilustración y despreocupados.
Conocedores estos que éra llegada la época de la independencia de las
Colonias Españolas de America, se reunieron privadamente arriesgando su
existencia para tratar sobre la materia, aunque siempre con funestos resulta-
dos por el espionage del Gobierno: el terror que infundia su colosal poder: la
ignorancia de las masas; y finalmente la falta de unión, de recursos y dirección.
Apenas se presenta el Señor Riva Aguero en esta Capital manifestando
un entusiasmo, hasta entonces desconocido por la independencia de su patria
bajo los principios liberales del siglo que se pone a la cabeza de sus amigos, y de
este cortísimo numero de patriotas ilustrados que cifraban en la independencia
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