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teníamos el año 1999, alcanzaría a las justas a US$ 60 000 000 000,00. Y nosotros
hemos pagado…
La señora PRESIDENTA (Natalie Condori Jahuira).— Continúe, congresista.
El señor ANGULO ÁLVAREZ (GPDD).— Nosotros hemos pagado US$ 69 000 000
000,00 y todavía debemos US$ 41 000 000 000,00. Es una monstruosidad lo que está
sucediendo.
De esta deuda, nosotros hemos amortizado US$ 42 375 000 000,00. En dieciséis años,
hemos pagado US$ 27 000 000 000,00. Por encima de la deuda, estamos pagando
amortizaciones, intereses y comisiones. Cada vez que hacemos una operación crediticia,
pagamos comisiones. En este caso, hemos pagado US$ 151 000 000,00 en comisiones.
Este panorama podría entenderse para un país que no tiene dinero, para un país que no
tiene reservas o que está viviendo gracias a la asistencia internacional…
La señora PRESIDENTA (Natalie Condori Jahuira).— Concluya, congresista.
El señor ANGULO ÁLVAREZ (GPDD).— Pero no es así: tenemos activos internacionales
de reserva, reservas internacionales netas (RIN); tenemos US$ 62 213 000 000,00 en
depósitos de valores (securities), en oro y plata; tenemos suscripciones al Fondo
Monetario Internacional, al Banco Central Europeo, a los fondos de América Latina y
otros saldos en Aladi [Asociación Latinoamericana de Integración] y lo demás. ¡Son
sesenta y dos mil millones de dólares!
Y tenemos también las inversiones nuestras, las inversiones en el exterior, en las AFP, que
si bien son inversiones privadas, podrían servir para pagar la deuda sin ningún problema
y evitarnos pagar once mil millones de nuevos soles mensuales.
La señora PRESIDENTA (Natalie Condori Jahuira).— Ha concluido su tiempo, congresista.
Si su vocero está de acuerdo, puede tomar tiempo a cuenta de su bancada.
A cuenta del tiempo del congresista Jorge Rimarachín, puede usted continuar, congresista
Roberto Angulo.
El señor ANGULO ÁLVAREZ (GPDD).— Los activos internacionales, las reservas
internacionales netas, los depósitos o los securities en valores y lo que tenemos en las AFP
están en estos bancos (ver cuadro 1). Depositamos en Estados Unidos, México, Brasil,
Chile, Colombia. Y esos países, con nuestro dinero, nos prestan a nosotros y nos cobran.
En dieciséis años nos han cobrado US$ 27 000 000 000,00, suma de igual magnitud a
la de nuestra propia deuda.
Y estos bancos son bancos sancionados, son bancos mafiosos, son bancos que en su
propio país están cuestionados. Muchos de sus grandes ejecutivos están perseguidos por
la justicia.
Ese es el tratamiento que nosotros le damos a nuestro dinero.
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