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Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA (Ana María Solórzano Flores).— Puede iniciar su intervención,
congresista Gagó.

El señor GAGÓ PÉREZ (GPFP).— Presidenta, por intermedio de usted saludo a la señora
presidenta del Consejo de Ministros, Ana Jara, al ministro de Economía, Alonso Segura,
que tiene una gran responsabilidad sobre sus espaldas.

Me preocupa que este gobierno esté a punto de pasar a la historia como el gobierno que
acabó con el milagro económico peruano, milagro que se forjó gracias al liderazgo de
Alberto Fujimori, durante su gobierno, y al esfuerzo de millones de peruanos. El peruano
de a pie, el emprendedor, el que hoy nos enorgullece a todos, el que se levanta todos los
días a las cuatro o cinco de la mañana para ir a su negocio, siente que ahora su
economía se ha reducido. Esto se ve reflejado en que un 55% de la población piensa que
el país, al momento en que ustedes dejen de ser gobierno, va a estar en peores
condiciones de cómo lo recibieron.

De ser una nación con una economía de altas tasas de crecimiento, baja inflación,
solidez fiscal y un buen clima de inversión hemos pasado a ser una nación con una tasa
de crecimiento de menos de 3%, todo esto en tres años y medio de este gobierno,
producto de falta de voluntad política, de incapacidad en la gestión y en los planes de
inversión. Es decir, hemos pasado de la prosperidad a la mediocridad.

Yo me pregunto y le pregunto al pueblo peruano: ¿esa era la gran transformación? El
mayor ejemplo de la incapacidad de gestión de este gobierno es el programa Qali
Warma, creado por una decisión política y no técnica, con un modelo de gestión
totalmente equivocado, en el que este gobierno se lava las manos como Poncio Pilatos
ante los múltiples casos de intoxicación de nuestros niños. ¿Responsabilizando a quién? A
los proveedores, a los profesores y, algunas veces, hasta a los padres de familia. Al error
del modelo de gestión de este programa se suma la poca eficiencia para la ejecución de
su presupuesto, que se repite en el Gobierno Nacional, en el que apenas ha sido
ejecutado en un 53% cuando llevamos 11 meses de este año.

En este contexto, ¿cómo se pretende ampliar el presupuesto de este programa social para
el año 2015, si no se corrigen los graves errores que tiene el modelo? Ampliar la
cobertura de beneficiarios —y lo digo con mucha tristeza, señora presidenta del Consejo
de Ministros— significa aumentar el riesgo de niños intoxicados.

En este gobierno no es la honestidad sino la frivolidad la que hace la diferencia. Esto lo
podemos apreciar en el incremento que va a tener, de casi 20%, el presupuesto del
Despacho Presidencial para el año 2015. Mientras la población se ve obligada a reducir
el consumo y tiene que ajustarse para llegar a fin de mes, el consumo de Palacio de
Gobierno aumenta.

Señora Presidenta, el verdadero presupuesto se refleja en más obras, más pistas, más
veredas, más agua y desagüe, más electrificación, más títulos de propiedad, más
formalización de la minería, más muros de contención, más escuelas, más hospitales, no
en simples y fríos cuadros estadísticos que no transmiten nada a la población.

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