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ductiva, a fin de atender las necesidades básicas época de los actores, es decir, de los que buscan
de la población, focalizando sus acciones en las las cámaras de televisión para hablar y para ac-
poblaciones con mayor índice de pobreza. tuar, como un artista en un monólogo.
En consecuencia, la gestión económica que se Pero al margen de estos comentarios formales,
implanta en nuestro país se caracteriza por ser señor Presidente, en el libro del doctor Pablo
austera y rigurosa, y es imprescindible para lo- Macera, en el IV tomo, se habla de la labor de los
grar el desarrollo equilibrado de la economía pe- parlamentarios con respecto a la selva. Y vemos
ruana; razón por la cual, es necesario tener pre- que la preocupación predominante de los legisla-
sente que no debemos gastar irresponsablemen- dores de aquella época, se concreta exclusivamen-
te lo que tenemos, porque, de lo contrario, ten- te a la creación de provincias. Crear provincias,
dríamos que regresar a la fabricación de billetes, añadirlas a los departamentos existentes o sus-
cuyo nocivo efecto es conocido por todos, y nue- traerlas de otro, resolvía los problemas. Esto
vamente caeríamos en la hiperinflación. quiere decir que los males de nuestra época tie-
nen casi la edad de la República.
Nuestro anhelo de abandonar la lista de países
pobres implica una decisión política y de recur- Pues bien, hace poco el Congreso ha aprobado la
sos económicos, señora Presidenta. Y como to- suscripción del documento más importante de
dos sabemos, el Gobierno del ingeniero Alberto nuestra historia republicana, esto es, el Tratado
Fujimori Fujimori, desde el año 1990, ya tiene de Paz con el Ecuador.
tomada esa decisión política.
No sé si el presupuesto de 1999 considera las eco-
En consecuencia, debemos apoyar esta propues- nomías que se van a lograr con el ahorro de algu-
ta técnica, que tiene como verdadero objetivo nos gastos destinados a la defensa nacional. Este
consolidar la democracia. dinero tendría que ser dedicado al desarrollo de
la zona de la selva.
En este sentido, votaré a favor del proyecto de
ley en debate. Me permito pedirle al señor Ministro de Econo-
mía que al proyectar los gastos del próximo año,
Muchas gracias, señora Presidenta. se tenga en cuenta alguna de las sumas de dine-
ro que pueda conseguirse para continuar con la
Reasume la Presidencia el señor Víctor labor iniciada hace un siglo de exploración
Joy Way Rojas. de los departamentos de Amazonas, Loreto y San
Martín. Explorar es conocer, es recorrer grandes
El señor PRESIDENTE. Puede hacer uso de espacios geográficos para inventariar sus recur-
la palabra el doctor Baella Tuesta, por el térmi- sos.
no de cinco minutos.
Y ya que estamos tratando del presupuesto, de-
El señor BAELLA TUESTA (I). Señor Pre- bería el Gobierno consignar alguna suma para
sidente: Ha llegado a mis manos, y también a la que organismos científicos del Perú, como la So-
de todos los señores parlamentarios, un conjun- ciedad Geográfica, u organismos técnicos que
to de volúmenes recientemente editados por la pudieran contratarse en el extranjero tal vez
doctora Martha Hildebrandt, que tratan sobre el las universidades que tienen personal adecuado
Parlamento y la Sociedad en el Perú. se dediquen a esta labor elemental, primaria, de
reconocer los departamentos de la selva y de sa-
Y en las primeras páginas de esa obra, en el pró- ber qué cosa es lo que efectivamente tenemos.
logo escrito por el doctor Pablo Macera, se dice
que en la época de la Colonia predominaba el Me parece que hasta este momento es el Minis-
secreto y el sigilo en el trámite de los asuntos del terio de Energía y Minas el que mejor ha em-
Estado, y que por eso los hombres más destaca- prendido una obra de reconocimiento de lo que
dos de la administración de aquella época eran realmente es el departamento de Amazonas; pues
denominados los Oidores. Después, en la época tiene publicado un volumen que trata sobre las
de la República, los asuntos públicos se ventila- riquezas minerales del departamento, que pue-
ban en los parlamentos con derroche de elocuen- de servir de ejemplo para tareas de esta natura-
cia. Es, pues, la época de los vocales. Es el tiem- leza.
po de los oradores o de los vocales.
Mucho hablamos de la selva y su mismo nombre
Cuando se haga la historia del Congreso de nues- evoca árboles. Pues, muy bien, tal vez es porque
tros días, dirán: "Los miembros del Parlamento no sabemos exactamente cuáles son las posibili-
parlaban o parloteaban. Tal vez sea también la dades, cuáles son las riquezas, ni cuál es la mag-
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