Page 212 - La Rebelión de Huánuco. Vol 4
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Volumen 4
Causa seguida sobre la insurrección del partido de Huamalíes, por don Francisco Maíz y Arcas
Juan de Dios Gallardo (Rubricado).
Secretario
Señor Governador Intendente
El Protector de Naturales á nombre de Pedro Florentino, y José Ti-
burcio Indios de la parte de abaxo del Pueblo de Ovas en la jurisdiccion del
Partido de Huamalies, puesto a los pies de Vuestra Señoria con mi mas debido
respeto, y como mejor lugar haya en derecho, paresco, y digo: Que no hacen
muchos dias que en los Pueblos de Chupan, Marias, Chuquis, y la parte de
arriba del propio Ovas se aparecio un Indio llamado Norverto Aro, quien su-
poniendose Capitan de Panao, y asociandose con otro de tan detestables cali-
dades como las suyas que se titulaba Capitan de Chupan, engañaron a varios
Pueblos, y los sedujeron á que cometiesen los mas pesimos hurtos, incendio
del Obraje de Quivilla, y varios asesinatos.
Mis partes, sin embargo de estar en una propia situacion, con los que
ayudaron a los excesos propuestos, por no seguirlos, pues maliciaban sus de-
testables pensamientos, se disculparon, alegando que tenian su Alcalde (que
tenian su General que era Aro) y que tomando por designio pasar á Llata el
medio Pueblo hisiese lo que le acomodase, en efecto partieron aquellos, y que-
dando mis partes si no alegres consolados de que en ninguna responsabilidad
quedaban por lo que hacia su medio Pueblo con al segundo dia se aparecio
Norverto Aro, con los Pueblos arriba mencionados, y dando vuelta por Llata;
y regresando á Pachas, mis Partes mis mas ayudados de este ultimo Pueblo
aprisinaron al infame Aro, que se decia su Capitan, lo depositaron á buena
custodia en la Carcel del propio Pachas, de donde se traera á esa Ciudad a
disposicion de Vuestra Señoria.
Estos dos individuos aseguran no haberle hecho mal a nadie ecepto
dos Indios de su propia Comunidad y se nombran Juan Eduardo, y Domin
Cruz, quienes el primero substrajo dies bacas, y el segundo seis, que apenas lo
supo el Alcalde, quedo en castigo de su atrebimiento los castigó severamente
y les ordenó que a su cuenta y riesgo pasteasen las bacas hasta aparesiesen los
Dueños, y que por esta Superioridad se determinasen sobre ellas.
En conformidad de todo lo alegado, y de que el Alcalde propietario
se haya en Pachas custodiando al Insurgente Aro, ocurro a la benignidad de
Vuestra Señoria a fin de que por un Comisionado imparcial se averigue lo es-
puesto en este recurso y demas que ha sucedido, advirtiendo que el comun de
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