Page 474 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Volumen  3
                                      Autos criminales contra las personas involucradas en el saqueo de Huánuco
            pedasos; todo lo qual trasladó el confesante inmediatamente a casa de una mu-
            ger nombrada Pasquala Aguirre, y está ya restituido a Don Francisco Martines,
            como compañero de el finado Quintana, á ecepcion del catre por hallarse todo
            destrosado e incervible.—
                    Repreguntado como puede persuadirce que la causa de su pricion
            sea solamente haver recivido de manos de su aprendiz Caxas, las especies
            mencionadas en la respuesta antecedente quando en su declaracion ins-
            tructiva refiere, haver extraido otras personalmente de la tienda del difunto
            Quintana, dijo: Que no ha presumido que su pricion sea proveniente de ha-
            ver entrado a la tienda de Quintana acompañado del religioso Fray Marcelo
            Ureña, y salvado en consorcio de este medio caxon de chocolate, una botija
            de tavaco picado, dos arrovas de insienso, un colchon, y un Baul vacio con
            la llave pegada; pues a esto fue movido del deseo de evitar en alguna parte el
            rovo de los indios y corresponder a los fabores que havia resivido del fina-
            do Don Nicolas Quintana, y asi fue que en seguida lo entregó todo a Doña
            Martina Ampudia, como lo tiene anteriormente declarado.—
                    Reconvenido como se produce con falcedad sin respeto al juramen-
            to, asegurando haver puesto en poder de Doña Martina Ampudia, los efec-
            tos enunciados en la anterior respuesta, quando la expresada Doña Martina
            afirma en la declaracion que tiene echa en estos Autos, no haver recivido
            cosa alguna del confesante, sino de Fray Marcelo Ureña, que fue el remitente
            de ello, y este conviene en lo mismo en su deposicion que corre tambien en
            el Prosezo, dijo: Que reproduce lo que tiene aseverado, pues las indicadas
            especies fueron remitidas a Doña Martina por el confesante asociado de
            Fray Marcelo Ureña, con quien entró a la tienda, incitandole á ello con el
            deceo de salvar algunas cosas, no obstante haver recivido algunos golpes de
            mano de los Yndios.—
                    Repreguntado como insiste en atropellar la verdad quanto es falso
            que Fray Marcelo Ureña, hubiese entrado en su compañia a la tienda de
            Quintana, como también lo es que el confiesa le hubiese solicitado ó incita-
            do para ello, pues el religioso encontró ya al confesante dentro de la tienda,
            segun resulta de Autos; y apercivido para que no se haga acreedor á la pena
            de perjuro, dijo: Que es enteramente opuesto á la verdad el cargo que se le
            hace, porque haviendo propuesto al Religioso entrar á la referida tienda, lo
            verificaron ambos, yendo por de tras el confesante.—





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