Page 403 - La Rebelión de Huánuco. Vol 2
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La Rebelión de Huánuco de 1812
                    Requerido como falta al juramento expresando que no sabe la causa
            de su pricion quando esta á sído por comprehendido en la sublebacion dijo:
            que es falso, y que lo unico que sucedio fue lo siguiente: que el deponente
            absolutamente tubo la menor notisia de ella hasta que entraron los Yndios á
            esta ciudad: que al segundo dia del saqueo estando dormido en su tienda se le
            abocaron los Yndios de Paucar, Nauyan, y Quera, y á palos lo recordaron di-
            siendole que el hera dependiente de chapetones como (lo es en efecto) que los
            tendria escondidos, y que los manifestase: que dicho esto lo obligaron á salir
            con ellos, y aunque el deponente primero quiso morir que desamparar su tien-
            da, por haverle dicho una señora de muy abansada edad que los acompañase, y
            no se expusiese á morir, los siguió hasta sin serrar su puerta: que los Yndíos por
            escarnio le pusieron un bolante viegisimo, y una gorra de pluma, con una capa
            inserbible, y que temeroso de que lo matasen se acompañó con ellos entrando, y
            saliendo á esta, y la otra casa, pero confiesa el deponente que no robó una hila-
            cha, y que se puso un sombrero biejo de picos que tenia por quitarse la gorra de
            pluma: que asi andubo en toda la ciudad ese día segundo del saqueo sin bolverse
            á meter en otra cosa hasta la primera expedicion á Ambo en que tambien lo lle-
            varon los Yndios con igual bestimenta, y su tambor, y que aunque el deponente
            no savia tocarlo condescendió con los Yndios por guardar su pellejo: que en la
            segunda expedicion tambien lo llevaron de igual modo y dice que para mayor
            escarnio le hecharon arina en el pelo, pero que de Huancachupa se escapó: que
            el deponente no tiene la menor culpa en los saqueos, ni en la rebelion por que
            no se metia con los Rodrigues ni con los de su comitiba, sino al contrario estaba
            separado de ellos sin imponerse de sus disposiciones, y responde.
                    Requerido como falta al juramento quando de autos consta por depo-
            sicion de fojas y fojas que el hera uno de los que dirigía las operaciones de los
            Yndios, dijo: que es falso, que se remite á lo expuesto y cree que los que no sabian
            de la fuerza que le hicieron los Yndios para que los acompañase por haverlo vis-
            to con sombrero de pico lo huviesen tenido en este consepto.
                    En este estado mandó Su Señoria suspender la presente confecion de-
            jandola abierta para proseguirla siempre que combenga, y el confesante dijo que
            lo que lleba depuesto es la berdad para el juramento fecho en que se afirmó, y
            ratificó, no firmó por no saber lo hízo Su Señoria de que doy fee.
                               Josef Gonsales de Prada (Rubricado).
                                   Mariano Flores (Rubricado).





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