Page 422 - La Rebelión de Huánuco. Vol 1
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Volumen  1
                                        Sobre la insurreción en Huánuco y la creación de una Junta Gubernativa
            lo anunciaban se refugió en el Combento de San Agustín de donde lo llama-
            ron á nombre del General, y sorprehendido preguntó que quien hera, y que
            haviéndosele contestado que Castillo, se calló y reseloso de que le hiciesen
            algún daño, que por que también le digeron que hera su llamada para contes-
            tar un Oficio de su Señoría fue custodiado de mas de ciento cinquenta indios:
            Que llegando á la casa de dicho Castillo se trató de la contestación. Que el
            declarante como no tiene principios para poner vien la pluma solo encargó
            que se pusiese en los términos devidos á sus autores que fueron el Padre Fray
            Ygnacio Villavisencio de este, y otro, y Don José Vínia de los posteriores, sien-
            do sacado para el efecto de la Yglesia Matriz donde se refugió por los yndios
            en virtud de la orden de Castillo según supo: Que en ese primer Oficio se
            anunciaron quince mil yndios por que Castillo lo mandó hacer, de modo que
            quando Don Manuel Talancha preguntó si havían tales quince mil, le contestó
            incómodo diciendo que tenía mucha mas gente por cuya causa firmó el de-
            clarante el mencionado Oficio de miedo, de igual modo que otros posteriores,
            pues estaba su vida expuesta, y amenasada, y carecía de arvitrios para hacer
            uso de su libertad, y responde.
                    (Al margen)
                    A la 5a.— Que no rehusó el que declara la entrada de su Señoría sino
            como a dicho firmó con violencia dicho Oficio, y responde.
                    (Al margen)
                    A la 6a.— Que no fue á Ambo por que quando se trató á consequencia
            de la orden de 12 del presente expedida por su Señoría de que el Cavildo sa-
            liese á alcansarlo para cuyo efecto fue también forzado el declarante a casa de
            Castillo dijo, que el estava pronto, á lo que el Regidor Don Juan Antonio Narro
            se allanó, y solo Castillo se opuso absolutamente en cuyo acto uno de sus saté-
            lites de los muchos que guardaban su individuo, y siempre asistían a las Juntas
            llamado Andrés Rodríguez expuso que el que fuese quedaría muerto pasado
            el Tingo, cuyas expresiones incomodaron á los indios de modo que ratificaron
            el dicho, y responde.
                    (Al margen)
                    A la 7a.— Que el autor de los oficios fue el Regidor Castillo, que coac-
            taba a firmarlos, el que dictó uno o dos el Padre Villavisencio, y los otros Don
            José Vinía. Que es lo que puede declarar sobre el juramento que tiene fecho en
            que se afirmó y ratificó, que aunque es pariente de Castillo por afinidad no por





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