Page 167 - La Rebelión de Huánuco. Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Huánuco de 1812
por otra parte los declarantes agregan hechos presenciales de priciones en el
nominado Zerro, y Villa de Pasco de sugetos sospechosos los cuales hasen
los reselos aumentan para creer que el fuego manifestado en Huanuco, puede
hacerse trascendente a otras partes, como ha sucedido en los tres Virreynatos
de Mejico, Santa Fé y Buenos Aires con las Presidencias de Caracas, Chile, y
Quito, y lo respectivo al de Buenos Aires le es constante a este govierno se ve
los efectos en todas sus provincias, aun hallandose ya abansadas las fuersas
del Cusco asia la linea divisoria de aquel con el de Lima, y a pesar de que este
gobierno ha levantado quantas tropas le han permitido las Armas de fuego y
blancas de que podia disponer: Librense ordenes para que el Comandante del
Fuerte de Paucartambo entregue los dos cañones pequeños que alli existen, y
veinte fusiles sobrantes con cartucheras, y demas servicios de ellos, a los decla-
rantes para que los conduzcan al Zerro ya nombrado de Yauricocha, punto de
reunion de las fuerzas que me hallo arreglando al Señor Coronel Don Lorenzo
Antonio de Cardenas para que aquartele inmediatamente armas de la fuerza
acordada en las anteriores Providencias, el necesario numero de hombres al
entero de la compañía de caballeria bajo el pie de Infanteria de ochenta plasas,
como las dos que estan ordenadas de esta clase; y dies y seis Artilleros mas
de los mandados hasta aqui, a los que esten instruidos en el servicio de esta
Arma, si no los hay tales en aquel total para dichos, dos cañones a los mismos
oficiales Rasines y Mies para que haya o no el Subdelegado de dicho Zerro
Don Jose Maria de Ulloa, reclutado los cien hombres que se le mando por las
Providencias anteriores para armarlos con los cien fusiles remitidos a demas
de igual numero de vecinos de honor que se hallan abansados voluntariamen-
te así a Huanuco, recojan y conduzcan al propio zerro ciento sesenta soldados,
seis Sargentos, y ocho Cabos para mi arribo alli destinarlos al servicio del
Arma que se proporcione, y dejen dadas las ordenes para que se halle pronta
la restante gente a la primera que se le comunique, que dictare, si a mi arribo
al Zerro encontrare exigirlo la situacion de las cosas y al sitado Subdelegado
Ulloa que mande fabricar lanzas quantas se puedan para armar en su caso a
dichas compañías, o las mas que se necesiten, mediante la falta de fusiles.
Contestese al benemerito citado comandante reproduciendole las gra-
cias por sus generosos Patrioticos ofrecimientos, diciendole que este gobierno
los admite gustoso, y que acerca de ello dara Providencia con oportunidad y
tenga prontos a los oficiales de su cuerpo y sacando testimonio, de este nuebo
incidente se da cuenta al Excelentisimo Señor Virrey para su Superior Inteligencia
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