Page 426 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1
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Volumen 1
Correspondencia de Baquíjano
Cádiz, 24 de Enero de 1880
Cádiz, 24 de Enero de 1800
Mi estimado amigo: Si el tiempo lo permite y no avisa la torre avistarse
buque enemigo estoy prevenido para dar a la vela esta noche. Aunque lleno de
incomodidades, llevo la satisfacción de que dejo en Ud. un amigo verdadero
en quien puedo fiar mis encargos.
Sea el uno que prevenga Ud. a su cartero no coja las cartas que en los
Correos de América vengan a mi nombre, las que remitirá Ud. a ésta bajo la
cubierta con que escribo la de Ud. en este Correo, pues acá tendrán cuidado
de dirigírmelas por las embarcaciones que se apronten. Concluyendo la subs-
cripción de la Gaceta, espero la renueve Ud. hasta que yo avise de Lima lo
contrario .
Devuelvo el documento adjunto, no ha sido posible convencer al que
debía hacerlo aun haciéndole presente que yo firmaría la cláusula de nuevo,
que era el único interesado, pero como es asunto de Ud. conmigo no hay que
recele el interesado la menor resulta.
Celebraré sean favorables y prontas las del recaudo de los bienes de
Capetillo, pues tengo escrito a la Condesa de Casa Dávalos a quien tengo obli-
gaciones que Ud. las auxiliará en lo que pudiera ofrecérsele, que yo abono a mi
cuenta lo que se le entregue, lo que ratifico a Ud. por ésta y tengo prevenido
al Padre Valencia trate cuando se ofrezca con Ud.; él es honrado aunque de
genio fuerte y se debe disimular cualquier defecto leve por lograr no tratar con
picaros.
Entre éstos no podemos dejar de cobrar a H. Ya me reconvinieron con
su recibo y persuadido que se intenta la cosa pues con las reflexiones de Ud.
no creo tanta facilidad en un comerciante. He contestado que escribiría a ésa
para poder dar puntual razón del asunto.
Vamos a los míos. En cuanto a sueldo, veo en la Guía a Calderón de
propietario y como mi despacho dice que no se provea la primera plaza de
México para que entre Calderón, la demora me crecerá, porque según el Real
Decreto debe proveerse y estará así eternamente, de modo que con una certi-
ficación del Secretario de la Cámara de haberse verificado lo prevenido en mi
nombramiento, en Lima me abonarían sin disputa el sueldo. Si este modo de
pensar no va en orden, agite Ud. el que salgamos de esta duda.
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