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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Guerrillas y montoneras durante la Independencia
Y por lo que hace á los cupos, seguiran satisfaciendose sin exepcion de
persona segun lo que estubiese establecido: dando cuenta á este Supremo Go-
bierno, para que en vista de todo se hagan los arreglos debidos, para que nada
falte á los militares que al frente del enemigo sostienen la causa de la Patria,
ni los pueblos pechen mas de lo que le permiten sus facultades. Pasese copia
de esta Suprema Resolucion al Ministro de Guerra para que se comunique al
Gefe de las fuersas del Sur para su cumplimiento.
Tengo el honor de comunicarlo para los fines que se indican.
Dios guarde á Vuestra Señoría.
Hipolito Unanue (Rubricado)
Señor Ministro de Guerra.
A. CEHMP. Mss. Comunicación del Ministro de Hacienda. Carp. 5, Leg. 19, Let. 19, Doc. 4.
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Govierno de Pasco.
Hallandome como á las tres de la tarde de este dia, en actual adminis-
tración de Justicia en concurrencia del teniente Governador de Pasco, del de
Ulucmayo, Don Narciso Lavao, Don Jose Bermudes y otras varias personas,
se me abocó repentinamente el Comandante de partida Don Antonio Elejal-
de con su zable ceñido, y sin el menor respeto ni miramiento á la autoridad
que exerso, revestido de mucha indignacion, y desaforamiento se produjo con
expreciones mal sonantes y desvergonzadas que se le diese algun dinero de
socorro, alegando se le devian siete meses de sueldo, y que no le era posible
sufrir mas retardo por su trabajo personal. Mas no haviendo sido bastantes
las poderosas razones que en ese acto se le hicieron presentes, de que no tenia
dinero el Estado, ni aunque lo huviese, no tenia orden Superior, me amenazó
publicamente y con notable escandalo, de que a la fuerza sacaria de mi poder
el dinero o del de Don Narciso Lavao, que por ausencia del Administrador
del Estado, está haciendo las funciones de Encargado en este Asiento, aban-
zandose que en el caso de haver alguna resistencia, haria uso del zable, de las
balas, y de su gente que para el efecto havia traido, y que en caso contrario
determinaria se saquease al Pueblo. No siendo ya sufribles sus repetidas bo-
racidades, insultos y razones indecentes, y conciderando prudentemente que
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