Page 568 - Guerrillas y montoneras durante la Independencia - Vol-2
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Volumen 2
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                    Tengo a la vista dos oficios con una misma fecha del dos del corriente
            mes dirigido por Vuestra Señoría y enterado de ellos contesto al uno, que es
            muy cierto estando de paso por el Pueblo de San Geronimo tome dicho cava-
            llo almendrado por noticias ciertas y nada falsas de que este caballo hera uno
            de los recolectados de esas quebradas por el oficial Manrique, quando este
            se allaba con tal comision; este señor de los muchos que traiha dejo este por
            mejor de todo, en su casa para su servicio obligado de mi escases como por
            estas noticias traje dicho cavallo echando mano como intereses pertenecien-
            tes al Estado, pero siempre con el fin de no ser cierta dicha denuncia, com-
            prarlo del oficial Manrique, quien se halla con las partidas, y por este motibo
            estoy aun sin desengañarme si verdaderamente es suyo o del Estado. Haora
            pues que Vuestra Señoría asperamente me reconbiene por un cavallo, que su
            entidad nada vale, estoy pronto a darlo ebitando se me siga sumario. Señor
            Comandante mi onor, mi comportacion, mi limpio manejo es conocido a la
            bista de todos mis gefes, y es el unico tesoro que en mi graduación conservo,
            y conservare dando pruebas nada equibocas mientras biva bajo las banderas
            libertadoras, y entre ellas observando la subordinacion beneracion y respeto
            de mis Gefes.
                    Tocante al otro Vuestra Señoría me ordena mande a esa comandancia
            quatro mulas aparejadas y el estado de la fuerza que tiene mi partida, para se-
            gun eso mandarme las armas, contesto aserca de uno y otro al momento de mi
            llegada a este punto de Yauli trate con el Mayor y Comandante NinaviIca para
            que se me auxiliase con sus sobrantes armas mediante capitulo 4° de la ins-
            truccion de Vuestra Señoria dada a mi fabor; obligado de esto como de mi em-
            peño concediome dicho comandante darme sincuenta fusiles entre tercerolas,
            asegurado de esto, y por hallarme algo enfermo hantesipe una orden a Chaca-
            palpa, al subteniente Don Vicente Mendoza para que mediante mi orden me
            esperase con toda la gente segun su lista, y al mismo paso me mandase quatro
            mulas aparejadas para el trasporte de dichas hormas. Mañana sinco me dirijo
            con veinte y tres fusiles y diez y siete tercerolas, sin piedras ni municiones pero
            si con el dolor de esponer dichas armas, por la retirada del comandante Nina-
            vilca y sus partidas, dejando los puntos que ocupaban sosteniendo las muchas
            partidas que a cada momento los enemigos se abitaban, y al contemplar, que



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