Page 168 - Guerrillas y montoneras durante la Independencia - Vol-2
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Volumen 2
Documentos de 1821
á Vuestra Excelencia á efecto que adiestre en las evoluciones y manejo de ar-
mas de estos mis fieles Patriotas.
El 27 del pasado a las cinco y media de la tarde me dieron aviso haver
llegado a la Hacienda de Antaguaro legua y media distante de este punto una
partida de tropa enemiga con numero bariable por lo que no me aproximé
abatirlos; pero tome todas las precauciones posibles de defensa para en caso
ellos abansen. En la mañana siguiente serciorado que solo heran en numero
fixo de 25, hombres de Caballeria resolvi en el acto ponerme en marcha en su
solicitud con la complacencia de ber toda mi jente con el mayor entusiasmo
deseosos que llegase el Acto de la refriega, mas no quiso, la suerte: Que ha
nuestra llegada asian tres oras que se havian retirado á Tarma sin embargo
continué mi marcha en su seguimiento, y noticioso que ya se asercaban á Tar-
ma, tube que retirarme al punto de mi jurisdiccion.
En quanto á la cituacion de los enemigos, diré a Vuestra Excelencia
que hé savido por dos espias que he mandado uno ha Tarma, otro á Jauja,
en Tarma, sus Pueblos inmediatos, Acobamba, y Palcamayo no han quedado
arriba de 50 hombres por que el dia 1° de este salieron 300 hombres poco mas
o menos al punto del Cerro de Pasco, dejando de paso como 60 hombres en el
Pueblo de Reyes, donde estan juntando mucho numero de ganado de toda sus
inmediaciones para conducirlos há Tarma y por estar ese Pueblo en una pam-
pa de vastante extencion no me atrebo hir há embarazarlos con la franquesa
que deceo. En Jauja esta el Coronel Monet, de igual modo con pocas fuersas:
en la Villa misma me aseguran no hay arriba de 100 hombres. De Guancayo
ignoro el todo con motivo del demasiado zelo de los enemigos, y temor de los
espias, lo mismo del exito del General La Cerna, unos me dicen que es muerto
y los mas me aseguran que ha tomado su marcha entre Valdés y Carratalá, con
1000 y tantos hombres con direccion ha Guamanga, y proseguir su marcha
hasta el Cuzco. Canterac, y sus subalternos se hallan en Huancayo.
Es de gran complacencia de ber el empeño y entusiasmo con que aspi-
ran por momentos su gloria estos abitantes de mi mando.
Con este propio Vuestra Excelencia puede mandarme 40 Carabinas
ácompañado de otros tantos sables; y un cajon de municiones; que a mi salida
de esa Capital Vuestra Excelencia se digno de franquearme, y yó quede en
mandar bestias. Ya no hay enteresa para escuchar los clamores de los leales
vecinos que tiene la desgracia de morar bajo sus banderas por que sus per-
juicios son incalculables y los estragos cotidianos causa entera compacion, yá
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